"Es azul, el sentimiento que tengo y es un verano cruel"
Summer Marsh odiaba su vida, a su padre y a veces a su hermana. No entendía porque su madre se había marchado dejándolas con ese cerdo que las miraba con morbo.
El verano había comenzado y lo...
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A la mañana siguiente Summer junto con Bev se levantaron temprano para reunirse con los chicos. Era extraño para Summer reunirse con personas como ellos, es decir, nunca pensó en tener más amigos aparte de Leila —no podía olvidar aún el beso que tuvo con Stan y sus palabras—, deseaba verla pronto, tal vez debió haberla invitado a la feria, aunque sabía sus padres no la dejarían ir, bueno, su madre.
A sus espaldas la banda tocaba junto a un muy necio y terco Richie Tozier, dejó de ver la boleta de desaparecido en la pared del callejón para girarse a observar a Richie con mala cara.
¿Por qué tenía que ser tan tonto?, se preguntó.
Su sonrisa relajada, inmensos ojos y esas idiotadas que salían de su boca, ¿por qué era así? Es decir, su vida parecía perfecta de cierto modo a comparación de la de ella.
Y, luego estaba esa parte de él que parecía nadie conocer solo ella... Cuando no era un idiota.
—Dicen que encontraron su mano toda mordida cerca de la torre de agua —comentó Stan atrayendo la atención de Summer, Beverly giró el rostro para observarla.
Tal vez pensaba que saldría corriendo después de eso, pero en cambio ella solo se encogió de hombros restándole importancia.
—Una vez le preste un lápiz —soltó Ben a su lado.
—Bueno, tu lápiz no volverá —susurró Summer sin mirarlo—. Lo bueno que no fue dinero, de ser así capaz intentó revivirlo para que me pague.
—¡Summer! —regaño Bev.
—Es la verdad, el dinero no nace de los árboles...
Antes de que Bev pudiera contestar, Bill habló.
—Es como si... la hubieran o...o...olvidado porque Corcoran se perdió.
Summer se giró molesta cansada del desafinado sonido de Richie a sus espaldas.
—¡Ya déjalo en paz, cuatro ojos! —gritó mirándolo con el ceño fruncido—. Ven aquí sino quieres que te traiga de las orejas—amenazó—. ¿Qué me ven? prosigan —exclamó con desinterés al sentir la mirada de todos puesta sobre ella.
—¿Se acabará algún día? —quiso saber Stan.
—¿De que hablan? —quiso saber Eddie que recién había llegado de comprar helado, Richie también había vuelto poniéndose en medio de él y Summer.
—De lo que siempre hablan —se metió el cuatro ojos en la conversación mientras estiraba su mano para tomar su cono de helado.
—Sí se va a terminar —aseguro Ben—, al menos por un tiempo.
—¿De qué hablas? —Bev lo miró sin entender.
—Richie —lo llamó Summer en murmullos—. Quiero helado—pidió.
