𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑

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Summer observo el techo de su habitación con aburrimiento acostada sobre su cama mientras a sus pies, sentada en el piso, se encontraba Leila entretenida comiendo gomitas mirando con atención la tonta pelea de las hermanas Marsh

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Summer observo el techo de su habitación con aburrimiento acostada sobre su cama mientras a sus pies, sentada en el piso, se encontraba Leila entretenida comiendo gomitas mirando con atención la tonta pelea de las hermanas Marsh.

― ¡¿Por qué dices que no puedo ir al acantilado con ellos?! ―exasperada Beverly caminaba de un lado a otro en la habitación.

―Ya hablan mucho de lo golfa que eres y, aunque, sabemos es mentira hay que evitar que más rumores lleguen a los oídos de papá... y eso dejando de lado la estupidez que hiciste con tu cabello.

Aunque aquello era un buen punto, no era la verdadera razón. Summer no quería tener que acompañarla, no quería pasar tiempo con los perdedores del pueblo.

―Pero tú vendrás conmigo, nadie dirá nada.

Summer dejó de mirar el techo para esta vez mirar a su hermana.

― ¡Estás loca! Tengo una reputación que mantener, Beverly ―ser llamada zorra era lo último que deseaba―. Y tengo cosas que hacer con Leila mañana.

― ¿Cuáles? ―su traidora amiga habló―. Yo también puedo ir a la cantera... ¿irá Stanley?

Molesta, Summer se sentó en la cama.

―No hablarás en serio... ¿Cómo puede gustarte el judío ese?

Leila se encogió de hombros con una tímida sonrisa en sus labios. Había cruzado algunas palabras con el chico, aunque nada significante aún. Le gustaba su cabello y sus mejillas sonrojadas al exponerse al sol.

―Su cabello es lindo.

―Es un perdedor ―miró a Bev haciéndola callar ―. Y tú ya supera a Bill, ¿no has visto como mira a Mía Roberts?

Beverly bajó la mirada con enojo, lo sabía, claro que lo sabía, sin embargo, no perdía las esperanzas de que Bill dejará de ver a Mía con amor para verla a ella. Reconocía que la niña era linda... demasiado linda, de buena familia y con muchos talentos, pero ella también podía ser así.

―Ella solo es una niña tonta ―murmuró molesta.

― ¿Mía Roberts? ―Summer rio ―. Sabes que no es así, incluso, antes de saber que a Bill le gustaba te caía bien... ella nunca se ha metido contigo al contrario te ha defendido.

―Nunca se lo he pedido...

―Beverly, ya supéralo y también supera que no iremos a la cantera.

Leila miró a las hermanas, sus expresiones en el rostro eran tan iguales, pero tan diferentes. Sabía que su amiga terminaría cediendo, siempre era así solo era cuestión de tiempo.

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ᴄʀᴜᴇʟ ꜱᴜᴍᴍᴇʀ | ᴿⁱᶜʰⁱᵉ ᵀᵒᶻⁱᵉʳ ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora