Gotas invisibles

8-La salida

    Me levanto adormilada, la anoche anterior nos habíamos desvelado muy tarde. Abro los ojos y cuando me voy a mover, siento unas manos alrededor de mi cintura. Giro y no veo a nadie... ya me refería a Denis.

— ¡Hey! ¡Levántate!— lo muevo para que despierte.

   No se si ya abrió los ojos, pero siento como se mueve y me suelta. Salgo buscando espacio personal, y me voy a limpiar la cara.

    Llegó con mi cara reluciente, y observo que hay un cuerpo humano debajo de la sábana, y para mi parecer, Denis en más grande que yo, y tiene sus brazos anchos... como si hiciera ejercicio. No se lo demás pero por su silueta diviso eso.

— Mira levántate— le digo y este solo se acurruca más— ¡Hey! ¡Ya levántate!

— No quiero...

   Ruedo los ojos por que no voy a discutir más con el. A las 6 tengo una ci... salida con Terry, no puedo llegar tarde.

    "Voy a ver que pasa en la cabeza de mi barista".

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   Estoy afuera de mi casa, esperando a Terry. Se que estoy unos minutos más temprano pero no veo el problema. Tengo puesta un suéter que... en otro sentido deja ver mis hombros, es manga larga, color negro, tengo unos shorts azul claro, con unos zapatos del mismo color del suéter.

   "Estoy un poco nerviosa, porque es la primera vez que me invitan a salir,... ¡como amigos! "
    
     No quise recogerme el pelo, así que me lo dejé suelto, me llega hasta debajo del cuello.

— Denis... NO quiero que me espíes y mucho menos aparecer de la nada detrás mío— le digo muy seria, ya que sentí unos pasos detrás mío.

— ¡Oh vamos! No puedo dejarte sola con ese...— me reprocha y yo solo ruedo los ojos, ya que se, que Terry no es ningún asesino.

— ¡Espumita!

   Me giro y veo a mi barista con una sonrisa de oreja a oreja que hacen brillar sus ojos castaños oscuro. Lleva una camisa negra como la mía, pero hace resaltar sus brazos trabajados en ejercicio, lleva un pantalón azul oscuro y unas botas negras. Tiene su cabello recogido en una cola, creando a un completo modelo delante mío.

— Hola Terry...— saludo agitando mi mano.

— ¿Llegue a tiempo?— pregunta sonriendo.

— Mmm... aceptable— le digo, soltando una pequeña sonrisa.

— Bueno, ¿que te parece si nos vamos de aquí?— me guiña un ojo, y me ofrece su brazo para agarrarlo.

Yo solo lo miro con una ceja enarcada, y antes de irme, me volteo a mi casa y pongo una mirada de muerta para que el espía de Denis, me vea.

— Si claro, pero no agarrare tu músculo brazo. Me hace sentir pequeña— le digo ofendida, mientras empiezo a caminar.

— Oh vamos espumita— me intenta convencer, pero me cruzo de brazos y camino más rápido.

Escucho su risa detrás mío, y hace que ruede los ojos con una sonrisa tonta. Pero luego me detengo cuando veo una moto estacionada en una acera.

— ¿Nos vamos a ir... en eso?— me giro a verlo y el me ve confundido.

— Si... ¿nunca te has montado en una moto?— me pregunta sorprendido y yo niego— no te preocupes, solo agárrate de mi y no sentirás nada.

Lo miro con los nervios de punta, porque es la primera vez que VEO una moto y me voy a montar en una... esto es mucho...

— No creo poder mantenerme ahí...— le digo dudando.

— ¿Confías en mi?— me pregunta y yo volteo a mirarlo...

No es que no confíe en el, si no que... tengo nervios de caerme o hacerlo perder el equilibrio por mi culpa.

— Emm... ¿si?

— Entonces... móntate— me ofrece su mano, y yo temblando la acepto.

Me monto detrás de él, agarrando mi asiento, porque me da pena estar tan cerca de Terry.... Y por un buen rato el se me queda mirando, y una sonrisa sale de su boca.

— ¿Ya te dije lo hermosa que te ves con ese suéter?— me dice y mis mejillas se sonrojan... no había recibido un cumplido de otro hombre que no sea mi papá.

— Gracias...

El enciende la moto y el motor suena tan duro que pegue un salto, y tuve que agarrarme de la camisa de Terry. El solo se reía mientras que empezaba avanzar.

— ¡No es gracioso Terrece!— le grito y el solo sonríe agarrado mis manos y las pone alrededor de su cintura.... Y como segunda vez en el día, mis mejillas se vuelven rojas.

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Llegamos al centro comercial y yo solo me quedo viendo mi alrededor; como siempre lo hago. Amo ver las tiendas y ver que me ofrece para malgastar mi pobre dinero.

— Espumita— me llama Terry y yo volteo— ¿Quieres ver una película o jugar videojuegos?— me pregunta... y yo la verdad me considero fan de las películas, pero pienso que es mejor para él, los videojuegos...

— Videojuegos— le digo fingiendo una sonrisa, volteando para otra parte, buscando otra cosa.

— Yo creo que preferías más la película— me dice con una mirada hipnotizante, y yo lo volteo a verlo sorprendida.

— ¿Ah?... claro que no... me gustan mucho los videojuegos...— le digo casi titubeando porque no puedo creer que supiera eso.

— Espumita.. tú no me engañas, se que cuando no te gusta algo— me dice y yo lo miro con una ceja enarcada fingiendo lo sorprendida que estoy— volteas a todos cuando no estás de acuerdo en algo.... Te conozco bien, he sido tu barista por años. Se que amas las películas de misterios, ¿cual quisieras ver?

No puedo ocultar lo sorprendida que estoy... mi mejor amigo, acaba de acordarse que amo las películas y un gesto, que pensé que era la única que lo notaba...

Este chico, está haciendo que mi corazón se derrita cada vez más. Y mis latidos empiece a incrementar... no pensé que le importara tanto como para aprenderse cada gusto y gesto que hago.

— Pues... me gustaría ver una que extremaron hace unos días, y...

— ¡¿Que estamos esperando?!— me agarra de la mano y me arrastra corriendo por todo el centro comercial, hasta llegar a la sala de cines.

No le reproche nada, ya que también estaba ansiosa por ver la película. Pedimos unas palomitas, el me pidió chocolates y para el gomitas (no se como sabe que amo el chocolate).

Nos sentamos en nuestros asientos respectivos y empezó la película. Al principio todo genial, hasta que se empieza a poner interesante. Aveces me tapaba los ojos y me agarraba de mi suéter, ya que había partes que me daba miedo.

Y en una de esas escenas, (no se que mosco le pico a Terry) me agarra de la mano. Yo me volteo a mirarlo, y el no me mira, finge tener su atención en la película , así que yo no digo nada, pero el resto de la película no le solté la mano. Y debo admitir que se sentía muy bonito tener su mano en la mía, y que aveces empezaba a dibujarme círculos imaginarios en mi mano, haciendo que una corriente eléctrica se a gobernara de mi brazo hasta llegar a mi corazón palpitante...

Fue una de las primeras salidas, en donde me sentí especial y única...