Capítulo 5

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Era una tarde con sol, pero yo estaba dentro viendo televisión. Oigo la voz mi hermano, salgo al patio delantero y está el con sus amigos, para no quedar cono maleducada salgo al patio y los saludo, luego de eso vine ha mi habitación para recostarme, me puse los auriculares y puse la estación de radio que más me gustaba por la música que pasaban. Ese fue el domingo de Páris. Y qué le depararán las vacaciones? Serán iguales a su fin de semana? Mañana ya comenzaban sus vacaciones de invierno, Páris estaba tan contenta de haberse librado de la escuela, no para siempre pero si por dos semanas, le quedaba solo este año para terminar la secundaria, y también estaba contenta porque ya pasaron 7 meses de los 12 que hay.

Se escucha un golpe en la ventana de la habitación, Páris sale al balcón para ver de que se trataba, y era Alex, que arrojó una pequeña piedra (ya que si era grande de seguro rompía la ventana), para llamar la atención de su amiga. Alex fue en busca de una pequeña escalera en la caseta de jardín que tenían los padres de Páris, colocó la escalera y justo cuando puso su pie en el balcón, su amiga le abrió para que pudiera pasar.

-Qué manera de volver a vernos después de unos días se te ha ocurrido.

-Es una especie de Romea y Julieta. Alex rió con una sonrisa de oreja a oreja.

-Sí, solamente que nuestros padres no se odian y nosotras no nos amamos.

-Quién dice que no nos amamos?

-Yo no te amo, nos conocemos hace muy poco tiempo.

-Tienes razón, pero tu comentario le dio un disparo a mi corazón.

-Que va, no pasa nada.
Ya en la habitación de Páris se pusieron al día con algunos chismes y con sus cosas personales.
-Tengo algo importante que contarte.
-Claro dime, sabes que puedes confiar en mi.
-Me gustan las mujeres. O eso creo, porque ya no me llaman la atención los hombres, no como a toda mujer.
-Po, por dios. Nunca lo hubiera imaginado de ti, pero si eso es lo que elijes, te respeto y siempre te apoyare en tus decisiones, siempre y cuando no te perjudiquen.
-Gracias, sabías que me entenderías, eres una chica de mente abierta y tan comprensiva.
Dicho esto se abrazaron, luego bajaron hacia la habitación principal, y allí se encontraban Jeremy con sus amigos jugando vídeo juegos. Apenas ellos las vieron le empezaron a decir hartas cosas, ellas ni siquiera le dirigieron la mirada y fueron hacia la puerta principal que conectaba hacia la calle. Comenzaron a andar por la calle hasta que doblaron en una esquina con muchos árboles, cruzaron la calle y entraron en la biblioteca pública de la pequeña ciudad en la que viven. Fueron a buscar unos libros de Historia, ya que tenían prueba al otro dí, claro habían estudiado con anticipación pero solo querían refrescar su memoria para tener en claro algunos conceptos. Luego de haber puesto en práctica lo estudiado, salieron de la biblioteca pública y fueron a tomar un helado, al terminarlos Alex acompañó a Páris a su casa, andando en la calle pasa un auto de color bordo, estaba ocupado por dos muchachos de aproximadamente 24 año, el chico que no manejaba y estaba en el asiento del acompañante gritó:
-Qué linda pareja chicas!
Ellas solo se miraron y luego rieron. Alex acompañó a Páris a su casa y por su desgracia los amigos de su hermano Jeremy seguían allí, esta vez viendo películas, un poco subidas de tono para la edad que tienen.
-No sean asquerosos y saquen eso, malditos pervertidos, tú limpia el desorden que han hecho o le diré ha mamá lo que hacían y ustedes vallan a sus casas que ya esta oscureciendo. Callados le hicieron caso. Isaac, Tahiel y Freud saludaron a Jeremy con su saludo "especial".
Páris le pidió a su hermano que pusiera los platos, vasos, etc. Ya que estaba ocupada cocinando, carne a la plancha con ensalada, ella estaba a cargo de la casa, por lo tanto debía cocinar y tenía poder sobre su hermano, que podía usarlo como esclavo, pero es tan buena hermana que solo le hizo juntar los platos y luego lavarlos.
Páris buscó la ropa para luego de bañarse y otra para mañana usar en la escuela. Se desvistió y entro en la ducha, mientras se enjabonaba su voluptuoso cuerpo se acordó de lo que el chico del auto les había gritado y en lo que su amiga le había contado, ella consideraba a Alex una chica muy linda, y se puso a pensar si en realidad le gustaban los chicos, porque el día que conoció a Alex sintió algo que nunca le había pasado con sus amigas de la antigua ciudad y pensaba en ella cada rato que podía. Dejó de lado el tema y decidió que otro día lo analizaría mejor.

Salió de la ducha, fue a su habitación, se vistió rápidamente ya que al estar sin nada puesto le hacía frío, ya cambiada y con el pelo húmedo se recostó en la cama.

Desperté por los gritos de mamá, y por la música fuerte que mi hermano escuchaba. Lo primero que hice antes de ir al baño, fue ir hacia la habitación de Jeremy y bajarle lo que sea que estaba escuchando, claro esta no compartíamos los mismos gustos por la música.
-Oye que te pasa, déjame en paz, es mi habitación y escucharé música a todo volumen cuando quiera! Grito mi hermano molesto.
-Me duele mucho la cabeza y tu con esa música del demonio, bájale ya Jer.
-Tú no me das ordenes, ya cállate.
-Los dos, dejen de pelear, tú sacas eso o le bajas al volumen y tú vas al baño a bañarte, te espero en el auto que ya nos vamos.
-Y mi desayuno?
-Ya me lo he comido yo. Ja! Se burló Jeremy.
-Maldito, ojala te rompas un brazo.
-Páris!
-Pero mamá!
-Sin peros, directo al baño.
Ya en el baño, abrió la  canilla, se quitó el pijama y se puso la ropa que había preparado la noche anterior, se lavó los dientes y fue directo a la cocina. Agarro un vaso descarta ble, preparó café y agarro 2 cupcake de chocolate.
Salió lo más deprisa posible, agarró su chaqueta vieja de jean, su bufanda azul y salió hacia el porche, inhaló el aire e hizo una mini meditación. Su madre toco la bocina unas 3 veces y ella se encaminó hacia el auto de un rojo brillante y completamente nuevo de su madre.

Me dejó en la calle que daba a la escuela y se fue. Camine unos metros y llegué a la gran puerta que dividía el interior de la escuela con la maldita sociedad que hay, claro que la escuela es parte de esa sociedad, pero no están todo el tiempo juzgándote, no en mi caso.

Entre al salón de clase, la profesora no había llegado, así que tuve suerte. Vi a Alex sentada en su banco, pero no estaba sola, estaba acompañada por una chica pelirroja, se las veía tan sonrientes y felices que ni me tome la molestia de pasar y saludarla. Pasé por enfrente de ellas y Alex me toma del brazo:

-Ya no saludas?

-Tienes alguien más que lo haga por mi. Dije un poco celosa señalando ha la chica nueva, quién tomó mi lugar.

-De verdad te pondrás celosa de Luz? Respondió Alex con una sonrisa en muestra de su amistad.

Tengo que admitir que ella es mucho más bonita que yo, de hecho es hermosa, y su pelo también lo es, y sin mencionar su nombre, no se compara con el mio, "Páris", no sé que le pasó por la cabeza a mi padre cuando nací. En fin, ella era mucho mejor en todo que yo, hasta le quitó a Alex. Enojada por sus propias comparaciones, no le respondió y fue a sentarse a su banco. Llegó la profesora al salón y todos dejaron de comportase como unos idiotas y fingieron ser angelitos responsables que siempre sacan la mayor nota.

-Buenos días, saquen una hoja y los útiles que van ha usar, nada de cartucheras ni libros arriba o debajo de la mesa, escribo los temas y luego paso a firmarle las hojas. 

Todos respondieron con un ''buenos días profesora'', como si fuesen robots controlados por la sociedad, aunque no falta mucho para que eso se haga realidad. Los ''responsables'' alumnos sacaron lo que les pidió y empezaron a copiar las preguntas, luego la profesora pasó a firmar las hojas. Hicieron las pruebas y tocó el timbre para salir ha descanso.

Páris bajó rápido las escaleras, ya que no quería encontrarse con Alex y su nueva amiga.

Alex se quedó en el salón de clases hablando con Luz, para conocerse un poco mejor, y en ningún momento pensó en Páris ni en que se hubiese enojado porque ella no estaba sola.  




Noche de letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora