Héroe De Mi Corazón. (Hércules x Male Reader)

Capitulo 16

Narra Narrador.

—¡Muy bien, muy bien, despierten!

Como si de un grifo se tratara, el agua fue drenada donde todas las almas vagaban en el inframundo, despiertan todas las almas observando confundidas su alrededor, Meg estaba sentada en una piedra mientras miraba sus piernas aun pensando en todo lo que había pasado últimamente.

—¡Almas de mi hermoso y tranquilo inframundo!, que bueno que despiertan, por qué les tengo una muy buena noticia a todos ustedes… - Hades toma un cigarro enorme, mientras lo encendía con su dedo.

Todos escuchaban confundidos y atentos, mientras otros despertaban de su eterno sueño siendo color azulado transparente, mientras observaban a Hades en lo más alto de una roca.

—¡Hagamos un trato!, la vida de nuevo, a cambio de algo muy… muy… bueno… - Hades seguía fumando.

—¿Qué es lo que debemos hacer…? - Pregunta un hombre con bigote en el gran agujero sin agua.

—Seguir mis órdenes, claro…

Todas las almas se ven confundidas, como si estuvieran pensando en la propuesta, de ¿cómo podría regresarlos a la vida de nuevo?, como ver a sus seres queridos de nueva cuenta y tener una segunda oportunidad de vida.

—¿Pero cómo regresaremos a la vida sin nuestros cuerpos? - Pregunta una mujer joven.

—Muy buena pregunta, mujerzuela…

La mujer ceño el fruncido por el apodo al igual que Meg, si debería manipular a estas personas, debería ser inteligente como para poder contar con ellos. - Pensó Meg cómo evitar conflictos con sus futuros aliados.

—Bueno, como decía… les daré la vida otra vez, y lo de los cuerpos… me las ingeniaré para eso… ¿ESTÁN CONMIGO?.

Un silencio se hizo presente en toda el inframundo de Hades, solo susurros de las almas se podían escuchar mientras algunos se miraban con cierta inseguridad.

—Oh, vamos… no hay por qué dudarlo, todos saldremos ganando, no sean inseguros… - Hades seguía fumando, tratando de hacer que su voz se escuchara confiable.

El silencio siguió presente, pero el alma de un hombre fue el que resaltó entre todo el resto, mientras daba pasos hacia enfrente para alzar su mirada hacia arriba y ver a Hades.

—¿Qué tenemos que hacer…? - Pregunto el alma de ese hombre.

En el rostro de Hades se dibujó una sonrisa diabólica, mientras se levantaba de su asiento hecho de piedra, frente al pozo lleno de almas aun con esperanza.

—No se van a arrepentir… se los puedo asegurar… - Los ojos de Hades se convierten en fuego puro, mientras empezaba a reír de manera escalofriante.

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La noche seguía y Hércules llegaba volando con Pegaso al templo donde se encontraba la gran estatua de Zeus, el fuego estaba encendido en las plataformas que estaban al lado de la gran estatua.

El fortachón corrió hasta estar frente a la gran estatua de piedra sentada en el trono, con todas las velas encendidas, como señales de súplicas o para que Zeus cumpla algún tipo de milagro.

—¡¡¡PADRE!!! - Hércules suelta un gran grito, lleno de valentía, que resonaba en todo el templo para así llamar a su padre para poder hablar.

Al no haber ninguna respuesta, Hércules seguía gritando y esperando una señal de Zeus, el héroe suspira, mientras observa a Pegaso, quien lo miraba con los brazos encogidos. pero de la nada, unos rayos se hicieron presentes en todo el templo, hasta que uno de ellos se estrella en la cabeza de la gran estatua y comienza a mover sus ojos, para ver a su hijo, y poner una cara de sorprendido y sonreír al ver a su hijo de nuevo.