Héroe De Mi Corazón. (Hércules x Male Reader)

Capitulo 9

Narra (T/N).

Abrí mis ojos y me di cuenta que me había quedado profundamente dormido, simplemente había cerrado los ojos un momento y ya era de noche. me altere un poco y me levanté rápidamente y me dispuse a correr hacia el balcón donde miraba las luces de la ciudad, me preocupaba un poco, ya que al dormir de tarde, ya no podría dormir de noche. y eso si que es un problema que odio. ya que no sabría que hacer para quedarme dormido de nuevo o cualquier actividad para cansarme y caer profundamente en los brazos de morfeo. (Si es que existe realmente).

Salí de mi habitación y me dirigí a la habitación de Elizabeth, primero toque 3 veces esperando una respuesta del otro lado por parte de mi prima.

—¿Elizabeth...? - Pregunté confundido y comencé a tocar la puerta una vez más.

Sin pensarlo, abrí la puerta lentamente y observé su cama tendida y un aroma muy dulce, como si fuera perfume. ¿habrán salido sin invitarme? bueno, aunque puedo pensar lo contrario también, no querían molestarme mientras dormía una siesta. suena convincente.

—¡Princípe (T/N)! - Un grito se escuchó desde abajo de las escaleras.

—¿Si? - Respondí.

—Las princesas Elizabeth y Deborah, no se encuentran. - Dijo el guardia caballero.

—¿Se puede saber dónde están? - Pregunté confundido.

—Fueron invitadas a una fiesta, y ellas asistieron. - Respondió el guardia.

—Gracias. - Le sonreí y me marché a mi habitación de nuevo, mientras cerraba la puerta detrás de mí.

Tomé un profundo suspiro recargándose en la puerta y cerré mis ojos, en mi mente solo sonaba una oración.

—Otra vez solo... - Simplemente mis pensamientos salieron de mis labios.

Camine hacia mi cama y me senté en el borde y tome la figura de acción de Hércules y la pulse con mis dedos, dándole un apretón en su estómago y como esperaba, flexionar sus musculosos brazos. lo que me sacó una pequeña sonrisa y me dispuse a acomodar mi cama y por último puse al muñeco de mi amigo en medio de la cama, como si estuviera recostado en una almohada como adorno. Después de eso, me dirigí al baño y con ayuda de la luz que desprendía una de las velas encendidas, me observé en el espejo, que locura... no había visto a una persona tan demacrada como yo. era evidente por que mi aspecto se miraba tan cansado, noches en vela, mis faltas de ánimo, ojeras, rostro pálido, mis ojos sin brillo y mi cabello... bueno, era lo único normal de mi supongo..., sin más que pensar, me quité la ropa y la tiré al suelo, me sumergí en la gran bañera de piedra, llena de agua fría.

Mientras tarareaba una melodía, creaba burbujas de jabón con ayuda de mis dedos, formaba círculos y soplaba para que una enorme burbuja se formará. mientras sentía mi cuerpo hundirse en la refrescante agua. no podía evitar pensar en Hércules... ¿De donde proviene?, ¿Por qué es tan guapo...?, ¿Tendra novia...?, esa última pregunta me borró un poco la sonrisa que se había formado al pensar en un chico tan hermoso. basta, no quiero ilusionarme, pero, es tan lindo conmigo, que suerte tiene su novia de tenerlo...

Después de un momento de pensamientos, empecé a bañarme adecuadamente, enjabone todo mi cuerpo con algunos líquidos que realmente tenían un olor agradable, con mis manos acariciaba mi cuello enjabonado, y seguí con mi rostro. Tome un poco de agua en mis manos y empecé a enjuagar todo mi cuerpo y al salir de la bañera de piedra, drene el agua y tome mi manta para secarme, me dirigí a mi habitación y busqué una nueva ropa para dormir en el closet. rápidamente me quité la manta que cubría mi cuerpo y esta cayó al suelo.

5 minutos despues...

Al terminar de vestirme, coloque la manta mojada en el baño y me recosté un momento y mire como el viento movía la cortina del balcón ligeramente. a lo que llamó mi atención y me puse de pie hasta caminar y salir al balcón. observe todo Tebas alumbrado. las antorchas con fuego alumbraban toda la ciudad, las estrellas y la luna alumbraban más el castillo que las mismas antorchas en el mismo, al cerrar mis ojos ligeramente, suspiré sintiendo como el viento pegaba con mi rostro y mi cabello se movía un poco por el aire fresco de la noche.