11. Entonces

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Había una vez en un país muy lejano, un avión con la peculiar costumbre de coleccionar números. Sí, has oído bien, ¡números! Pero no cualquier número, solo aquellos que consideraba elegantes y con personalidad. Entre su colección, el número Once era su favorito. Un día, mientras volaba alto en el cielo, el avión vio un pico brillante en el suelo. "¡Ese pico tiene que ser mío!", pensó. Así que descendió rápidamente y, con una maniobra digna de un acróbata, recogió el pico sin siquiera aterrizar. El pico, sorprendido por la aventura inesperada, preguntó: "¿A dónde vamos?" El avión, con una sonrisa en su fuselaje, respondió: "¡A conocer al número Once, por supuesto!" Y así, el trío inusual viajó por el mundo, el Once contando historias, el pico abriendo caminos y el avión, bueno, siendo un avión coleccionista de números y picos. ¡Qué equipo tan peculiar!

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