Campo de batalla.
El estruendo de las armas chocando y los gritos de combate resonaban en el aire. Hashirama Senju, al frente de sus hombres, lideraba con fuerza y determinación. Su mirada recorría el caos del campo, buscando una forma de terminar el enfrentamiento rápidamente y minimizar las bajas.
De pronto, sus ojos captaron una figura inconfundible al otro lado de la batalla: Madara Uchiha, con su imponente armadura, luchando con una furia casi descomunal contra un grupo de Senjus. Cada movimiento suyo era letal, y los cuerpos de los caídos comenzaban a acumularse a su alrededor.
Hashirama apretó los dientes, decidido a intervenir. "¡Resistan! ¡Voy hacia él!"
Mientras avanzaba, el líder del clan Senju preparaba un jutsu de madera, decidido a neutralizar a su antiguo amigo sin matarlo. Pero antes de que pudiera llegar, una figura se adelantó, moviéndose con una rapidez que lo tomó por sorpresa.
"¡Yo me encargo de él, hermano!"
"¡Tori, espera! ¡Es peligroso enfrentarlo sola!"
Sin embargo, su hermana ya estaba a mitad de camino, esquivando los ataques y deslizándose entre los combatientes con la agilidad que la caracterizaba. Su katana brillaba bajo el sol mientras corría hacia Madara.
El Uchiha notó su acercamiento y se giró rápidamente, bloqueando el ataque inicial de Tori con su kusarigama.
"¿Una Senju tan audaz como para atacarme sola?" dijo Madara con tono sarcástico. "Tori, esperaba más sentido común de tu parte."
"¿Y qué sería de la guerra sin un poco de osadía, Uchiha?" respondió ella con voz burlona. "No dejaré que sigas masacrando a mi gente."
El choque de sus armas resonó, y ambos comenzaron un duelo feroz. Hashirama, preocupado, intentó seguirlos, pero los combatientes a su alrededor lo retenían, obligándolo a enfocarse en proteger a sus aliados más cercanos.
"¡Tori, no es tu batalla! ¡Espera a que llegue!"Pero su hermana no le prestó atención. Aprovechó un momento de distracción en Madara para ejecutar un rápido sello de manos. "¡Jutsu de agua: Cuchilla del Dragón!"
Un torrente de agua se alzó, formándose en una cuchilla gigantesca que cortó el suelo entre ellos, separando a Madara de los otros Senjus.
"¡No está mal! Pero necesitarás más que eso para detenerme", se burló Madara.
Con un salto ágil, Madara cerró la distancia entre ellos, su kusarigama girando como un remolino mortal. Tori esquivó con rapidez, pero una chispa de tensión en sus movimientos delató que estaba poniendo todo su esfuerzo para igualarlo.
"¿Qué intentas, Tori? Sabes que no ganarás este duelo", dijo Madara con voz baja.
"No se trata de ganar o perder. Se trata de detenerte... aunque sea por un momento", respondió Tori con firmeza.
Madara alzó una ceja, sorprendido por su determinación. Justo cuando estaba a punto de contraatacar, Tori realizó otro jutsu, levantando un muro de agua que los envolvió a ambos.
"¿Qué es esto? ¿Intentas encerrarnos para luchar en privado?" preguntó Madara con una mezcla de sorpresa y burla.
"Algo así. No dejaré que mates a más Senjus hoy. Y si para eso tengo que arriesgar mi vida, lo haré", contestó ella, seria.
Madara se detuvo por un instante, sus ojos buscando algo en los de Tori. Había una mezcla de rabia, resolución y... algo más. Algo que no lograba identificar.
"Siempre has sido diferente a tu hermano, Tori. Más dispuesta a ensuciarte las manos. Veamos cuánto puedes resistir", dijo Madara con una sonrisa fría.
