capitulo 4 no te amo pero tampoco te odio.

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"¿Qué es lo que pasa, hermano?" Izuna había notado que su hermano estaba más raro de lo normal; claro, siempre fue una persona que prefería estar en su casa tomando té que salir con él y sus amigos, o con algunas que otras amigas. "Pareces más gruñón de lo normal".

"Son las responsabilidades del clan. Ya sabes que con la muerte de padre, yo soy el siguiente al mando".

"Sí, pero a pesar de eso, siempre encuentras tiempo para mí".

"Izuna, ya no eres un niño pequeño, tienes 16". Madara no entendía por qué su hermano solía tener esa extraña necesidad de ser reconocido ya. "No deberías estar en los campos de entrenamiento".

"Me salté el entrenamiento de hoy. De todos modos, los Senjus no nos han atacado en más de tres meses, así que pensaba relajarme hoy".

"Deja de ser irresponsable con tu entrenamiento. Si es que te mueres en el campo de batalla, dejaré tu cuerpo en ese lugar".

"Oh, vamos Madara, nunca harías eso".

"No me tientes, hermano".

"Bueno, ¿qué te parece esto? Me dejas saltarme el entrenamiento esta semana y yo hago tu trabajo hoy".

Madara lo pensó un poco. Dejar el clan en manos de Izuna sería algo muy irresponsable, pero él lo había estado entrenando para que fuera el próximo líder. Si él ya estaba pensando que, si los conflictos se volvían más salvajes, seguramente él y Hashirama se matarían entre ellos. "Bien, por qué no. Pero si lo haces mal, será el doble de entrenamiento, ¿entendido?".

"Trato".

Ambos hermanos se dieron la mano para sellar su trato. "Te deseo suerte, hermanito". Saliendo de su oficina, se retiró levemente al ver a su ayudante traer el papeleo. Solo esperaba que su hermano no lo odiara por el resto de su vida.

Y ahora estaba de nuevo aquí, en el río donde comenzó y donde terminó su amistad con Hashirama. Es raro volver cuando ya tenía unos 18 años.

"Qué raro volver aquí".

Madara miró detrás de él, observando a Tori, la cual lo miraba sin ningún atisbo de interés. "¿Qué haces aquí, Tori?".

"Suelo venir a este río. Es relajante, no soportar a los viejos del clan".

"Con que tú también. ¿Qué es lo que te obligan a hacer?". Si bien los dos no eran amigos ni lo más parecido, estaban en buenos términos por ahora.

"Quieren que me case. Dicen que me estoy volviendo muy vieja y debería aprovechar mi juventud".

"Apenas tienes 16".

"Y eso importa. Lo único que impide que tenga que abrir mis piernas al primer bastardo con dinero es Hashirama. Sin él, hace mucho que me hubieran hecho una ama de casa. Y tú".

"Lo mismo".

"Parece que estamos jodidos".

Madara asintió con pesadez. "Sí, parece que sí".

Tori lanzó un suspiro resignado y se sentó en una roca cercana, mirando al río con expresión pensativa. Madara se le unió, sintiendo el peso de la conversación.

"¿Alguna vez pensaste en huir de todo esto?", preguntó Tori, rompiendo el silencio.

Madara reflexionó por un momento antes de responder. "A veces, pero el deber hacia el clan es fuerte. Además, ¿dónde iríamos? Este mundo está lleno de conflictos, incluso más allá de los muros de nuestro clan".

Tori asintió, comprendiendo sus palabras. "Es cierto. A veces desearía tener la libertad de elegir mi propio destino".

"Todos nosotros desearíamos eso", murmuró Madara, mirando fijamente el flujo del río. "Pero estamos atrapados en un ciclo de deber y responsabilidad que parece interminable".

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⏰ Última actualización: Nov 17 ⏰

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Uchiha y Senju (Madara x fem tobirama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora