Relato 2

4 1 0
                                        


UNA SINFONIA COMO NINGUNA OTRA 

Fue en aquella tarde cuando el sol rojizo abrazaba el cielo con sus tenues brazos, cambiándolo de forma y de aspecto, volviéndolo tan rojo como la sangre misma. Ante mi mirada curiosa, yo me encontraba contemplándote a la distancia, mirándote ir y venir en un bello cantar, sin decir nada, solo mirándote desde la empinada montaña, en un profundo silencio que me parece hasta cierto punto exquisito. Hasta que la gran noche llegó y nos cubrió a todos.

Te veo por última vez. Trato de seguir tu suave movimiento y trato de alcanzar tus suaves y delicadas manos mientras te veo entrar a una gran mansión donde todos te rodean. Y yo, solo asomada por el gran ventanal, me asomo para verte una vez más y reír para mis adentros mientras tú tocas aquel bello violín. Me haces temblar de solo escucharte; tanto que deseo ir hasta ti. Así que, temblorosa y temerosa, me sumerjo entre tanta gente y, aun estando a solo centímetros de ti, me siento segura. Así que doy un paso, luego dos, y luego otro más hasta llegar a donde tú te encuentras; pero al final has desaparecido entre tantas personas como el viento entre mis manos. La tristeza me invade mi corazón.

Pero en ese instante, una melodía suave llega a mis oídos y corro tras ella. Al salir al patio trasero de esa mansión, te veo tocando aquel mágico violín, esta vez solo para mí, tocando de nuevo esa melodía tan extraña que me atrapa y me hechiza, y me hace pensar que no es de este lugar y no es como ninguna otra. 

LA MELODIA OSCURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora