Capitulo siete

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El ambiente en detencion estaba tenso, nuevamente se envolvian en la soledad de aquella habitacion solo los dos, Harry sentia su corazon palpitarle fuertemente aun recordando la voz gruesa y sensual que Draco habia utilizado en la sala de pociones. Tocaba su brazo bajo la tunica intentando contenerlo, su mente estaba ida.

Malfoy tampoco parecia muy contento con la idea de estar en completo silencio por el resto de aquella hora pues, no tenia intenciones en iniciar los tres pergaminos que Snape les habia pedido como parte del castigo sobre la importancia de ser ordenados y prudentes con las pociones. Miraba desde la esquina contraria como Harry se mantenia especialmente quieto, tenso como un roble mientras tomaba con fuerza su brazo derecho.

La luz tenue de la sala de detención creaba sombras danzantes en las paredes, mientras Harry y Draco se encontraban solos, compartiendo el mismo espacio cargado de tensiones no resueltas. La atmósfera era densa, llena de un silencio incómodo que solo se veía interrumpido por el suave murmullo de la respiración de los dos magos.

Harry era consciente de la presencia de Draco pues, podia sentir sus ojos grises penetrar su figura desde la espalda, decidió romper el silencio, aunque no de la manera que el rubio esperaba.

—¿Qué es lo que realmente te molesta, Malfoy? —preguntó Harry, su voz suave y casi un susurro en la quietud del lugar.

Malfoy levantó la mirada, encontrándose con los ojos verdes de Harry desde la otra punta de la habitacion. No pudo evitar notar la manera en que las sombras resaltaban los rasgos del castaño, dándole una apariencia casi etérea.

—¿A qué te refieres? —respondió Draco, su tono más áspero de lo que pretendía.

Harry sonrió con suficiencia ¿Acaso creia que era idiota y que no habia notado durante todos estos años la hiperfijacion que tenia hacia su persona? El castaño devolvio su mirada hacia el frente, era inutil intentar hablar con el rubio pues, al final de todo no parecian tan distintos. Ambos huian de lo que temian.

—No se te da bien mentir, Malfoy —dijo para si mismo, pero quiza el eco del aula hizo que el rubio si lo oyera.

—¿Qué dijiste?

Harry lo ignoró, era mejor asi. Pero tal vez Harry nuevamente había tocado una aparte sensible en el alma rota del rubio, tal vez el castaño nuevamente habia metido el dedo en la herida de Malfoy, del Malfoy que trataba luchar contra la naturaleza de su corazón y las emociones de su alma.

La habitación resonaba con la tensión entre ellos, pero en lugar de retroceder, la mirada de Draco se volvió más intensa. Sus ojos grises, cargados de una mezcla de desafío y vulnerabilidad, se encontraron nuevamente con los verdes de Harry.

Draco apretó los dientes, sintiéndose expuesto de una manera que no estaba acostumbrado. La proximidad entre ellos se volvía palpable, como si el aire mismo vibrara con la energía que compartían, y ciertamente ninguno de los dos dabia en qué momento se habian levantado de sus asientos dirigiéndose hacia donde el otro se encontraba como si aquello fuera un duelo a muerte.

—¿Qué dijiste? —insistió Draco, su voz elevándose tan solo un poco, buscando respuestas que Harry no parecía dispuesto a ofrecer.

Harry, en lugar de responder, dio unos pasos hacia Draco, rompiendo la distancia entre ellos. Ambos se miraron fijamente, cada uno tratando de descifrar los pensamientos y emociones del otro.

—Pregunté qué dijiste, Potter —la voz de Draco llevaba consigo una mezcla de impaciencia y curiosidad.

Harry, en lugar de ignorar la pregunta esta vez, decidió abordarla de manera directa.

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⏰ Última actualización: 15 hours ago ⏰

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Alquimia de Almas -Drarry  (@soonheego)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora