༺ No te apartes ༻

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Rhysand caminaba con la elegancia de un depredador nocturno por los inmensos corredores de la Casa del Viento

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Rhysand caminaba con la elegancia de un depredador nocturno por los inmensos corredores de la Casa del Viento. Su silueta, envuelta en sombras y autoridad, se deslizaba entre la penumbra de los altos arcos. La noche parecía obedecerle, plegándose ante su voluntad como si el mismo cielo reconociera a su Alto Lord. Pero entonces, un sonido suave como el murmullo de un río interrumpió su andar. Era un chisporroteo delicado, el burbujeo de una copa de champagne llenándose. Un aroma dulce y efervescente se mezcló en el aire, llevándolo a la cocina.

En el umbral, Rhysand se detuvo, y su mirada se fijó en la figura que se encontraba allí. Era su padre. El tiempo no parecía haberlo tocado, y, sin embargo, había algo en su porte que hablaba de distancias insondables. Rhysand sintió un leve tirón en su pecho, una mezcla de sorpresa y algo más profundo, algo que no quiso nombrar.

—Padre —murmuró, su voz grave y contenida—. ¿Cuándo regresaron? ¿Y mi madre?

Avanzó un paso, pero Eryndor levantó una mano, un gesto suave pero firme que lo detuvo en seco.

Antes de que Rhysand pudiera insistir, otra voz surgió desde las sombras de la sala, rasgando la atmósfera con un tono cargado de intriga.

—Alto Lord de la Corte Noche, qué placer verlo.

La figura de Beron, Alto Lord de la Corte Otoño, emergió de entre las sombras. Su cabello rojo como las hojas de un bosque en llamas contrastaba con su traje oscuro, elegante, pero lleno de arrogancia.

Rhysand giró hacia él con una expresión que abandonó toda cordialidad.

—Beron, qué inesperado. Nadie me informó de tu llegada a mi Corte.

El gesto apenas perceptible de su padre, un roce de calma, lo hizo contenerse, pero sus ojos oscuros centellearon con irritación.

—Mis disculpas por esta entrada poco formal —respondió Beron con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos—, pero traigo noticias importantes.

Rhysand arqueó una ceja, dejando entrever la paciencia limitada que le quedaba.

—Habla, entonces.

—Los humanos han tratado de cruzar las fronteras de la Corte Primavera.

Rhysand soltó un suspiro, su tono cargado de impaciencia.

—Eso ya lo sé. ¿Qué más?

Beron ladeó la cabeza, disfrutando de la tensión antes de continuar.

—Y... uno ya ha cruzado.

El aire pareció volverse más pesado.

—Algunos Lords sospechan que los humanos ya consiguieron sus hechiceros y que puedan tener nuestra apariencia. Hay preocupación de que estén conspirando desde adentro.

Rhysand no permitió que su rostro reflejara la alarma que esa idea provocaba. Su mente fue directo hacia Anna. Reforzó sus escudos mentales, cerrando cualquier fisura, mientras una sonrisa irónica cruzaba su rostro.

ANHELO ||𝙰𝙲𝙾𝚃𝙰𝚁 𝙵𝙰𝙽𝙵𝙸𝙲||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora