Atracción.

Capítulo 5.

Dean.

-Entonces, quince minutos antes me voy de la galería, ¿no?
-Sí, y yo me quedo para obtener lo que busco - respondo a Thomas.
Son las doce y media del mediodía, ahora estamos repasando el plan que vamos a llevar mañana.
-Vale, le diré a Alicia que nos vamos a Grecia a pasar unas semanas - dice Thomas contento.
-¡¿Nos vamos a Grecia?! - interrumpe Alicia, que está en la puerta de la salita de la suite.
Solo lleva una camiseta de Thomas puesta, y unas bragas. Nada más.
>> Como Isis ayer.
Isis. Joder.
Viéndola detenidamente, veo que se parecen un montón, lo único diferente en ellas es el peso, el pelo liso de Alicia y sus gafas negras.
Ah, claro, y el carácter.
-¿No quieres ir? - pregunta Thomas preocupado - Pensé que te gustaría.
Alicia corre hacia él, y le envuelve en un cálido abrazo. Está muy contenta.
-No sé por qué no llegaste antes a mi vida, de verdad - le aclara ella, besándole bajo la barbilla -. Te quiero tanto.
-Yo también te quiero, bonita - responde Thomas de lo más contento.
-Y yo os quiero a los dos - digo, arruinando el momento.
Alicia se ríe, se dirije a mi y me da un beso en la mejilla.
-Hola, Seth - me sonríe -. Perdona lo que acaba de pasar, pero si tuvieras a alguien como él me entenderías.
-Es mi mejor amigo, y aún así no te entiendo. Es un payaso - me río.
-Muchas gracias, gilipollas - dice Thomas dolido.
-Bueno, dejad de insultaros, que parecéis niños de cinco años.
-Si yo tuviera cinco años, tu novio tendría tres - digo con una sonrisa -, algo muy acorde con su personalidad.
Alicia se ríe a más no poder, y Thomas simplemente, está cabreado.
-Esa ha sido buenísima, Seth - dice Alicia, aún riéndose.
-¿Vais a dejar de meteros conmigo ya? - espera Thomas.
-Oh, nene. Sabes que te adoro, no te enfades - le dice Alicia, sonriéndole con dulzura.
-He de decir que sois unos completos cursis, en serio - digo levantando una ceja.
-Calla, imbécil - me responde Thomas.
-Bueno, cambiando de tema - se mete Alicia -, ¿cuándo nos vamos a Grecia?
-Mañana, a las doce y cuarto de la noche - responde Thomas.
-¿No vamos a ver la exposición del diamante? - pregunta ella triste.
-No, amor - dice Thomas con fingida pena -, el aeropuerto está a quince minutos de aquí, y el vuelo sale quince minutos más tarde de llegar.
Alicia hace un mohín, y yo me río.
-No es por el diamante por lo que me preocupo, sino por Isis.
Isis, la reina de las bordes y arrogantes. Y creídas, e idiotas...
-Es verdad, podrías decirla que mañana nos vamos, y que se mantenga alejada de Gabriel - dice Thomas, como dando una solución al problema de Isis.
-Vale, se lo diré hoy mismo, ya que hemos quedado para hablar - sonríe Alicia.
-Vale, igualmente tu hermana sabe defenderse sola. No te preocupes por ella - la tranquiliza Thomas.
No entiendo como alguien como Alicia puede querer a Isis aun siendo hermanas. No lo entiendo.
-Lo sé, mi Isis es fuerte - dice Alicia, y sonríe con orgullo.
-Pues ya está, mi vida. Todo solucionado.
-Seth - Alicia me mira directamente a los ojos -, ¿ayer estabas con Alicia?
Joder.
-Sí, pero solo estuvimos hablando - sonrío al recordar sus palabras hacia mí.
-Sé que te parecerá borde y muchas cosas malas, pero ella es así - dice Alicia, sonriendo para tranquilizarme.
Bien, así que solo conmigo no es borde.
-Vale - respondo.
-¿Os peleasteis o algo? - me pregunta Alicia, levantando una ceja divertida.
-Sí.
-Lo suponía - ríe Alicia.
-Yo no me río. Sé que es tu hermana y que la quieres mucho, pero es inaguantable. Es una borde, una arrogante, una creída, y tiene mal genio - sacudo la cabeza.
-Lo sé, Seth. Lo sé mejor que nadie.
-Bueno, chicos - dice Thomas - cambiemos de tema.
-Hablemos de como os conocisteis entonces - dice Alicia con una sonrisa.
Oh no, mierda.
Thomas y yo nos miramos, diciéndonos todo telepáticamente. Él está nervioso, y en parte yo también.
-Como todos los mejores amigos se conocen - digo -. En el instituto.
-¿Ah, si? - pregunta Alicia.
-Sí - dice Thomas - tuvimos una pelea antes, nos odiábamos.
-Por una chica - añado yo.
-Pero al final, cuando supimos que nos había utilizado, decidimos aliarnos para joderla el curso - sonríe Thomas.
-Y lo conseguimos. A demás éramos los chicos más deseados del instituto - digo yo.
-Ah, interesante historia - dice Alicia.
Thomas y yo nos sonreímos interiormente. Lo conseguimos.
-Y os lleváis dos años, ¿no? - pregunta Alicia.
-Sí, yo voy a cumplir veinte, y él dieciocho - respondo con una sonrisa.