pequeños escenario con Perth y Chimon <3 algunos estarán lindos, y otros un poco fuertes, esto solo es ficción :c y si no les gusta el shipp , por favor no lean :/.
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—Hijos míos, nuestro Dios omnipotente nos ha liberado, él nos guía por el camino de la paz, nos exhorta a liberarnos del pecado, aún podemos ser salvados, todo sea por la voluntad de Dios—, escuche las palabras que salían de la boca del padre, no era la primera vez que repetía lo mismo, pero las personas no prestaban atención a las palabras que él nos otorgaba. La única razón por la estaba un día sábado en misa es porque quería salvar mi mente, la cual está siendo invadida por un ser maligno. Desde que Perth; el hijo del padre, se acercó con la intención de saludarme, no he parado de tener ciertos pensamientos impuros con él, soy un hombre heterosexual, podría jurar que lo soy, sin embargo desde que ese chico se acercó a mí nada ha vuelto a ser igual, mi alma paca con el pensamiento, mis sueños me traicionan, me hacen volverme un pecador con el pensamiento. He debatido conmigo mismo pensando en sí debería confesar tales pensamientos o simplemente acceder a lo que mis deseos carnales me están pidiendo. Indague por uno instante, mi mente se despojó a aquellos recuerdos, y hasta en mis sueños más oscuros ese joven aparecía. —Hijos míos, escuchad las palabras de nuestro padre, seamos salvos, demos gracias a nuestro padre.
Cerré mis ojos intentando mantener la concentración en la voz del padre, en la oración a Dios, siempre he estado sumergido ante la palabra, pero desde que conocí a Perth, mi camino se ha desviado, quiero mantenerme lo más lejos del pecado.
Sentí una mano recorrer por mi pierna, estaba dispuesto a abrir los ojos, pero el miedo me invadió, por un instante podría jurar que se sentía como mis sueños, nunca pasó por mi mente la idea de pecar, pero el simple toque de esa mano provoca que mi mayor temor se haga realidad.
—Debes orar con más calma, no tienes que tensar tu cuerpo—el aliento que salió de sus labios erizo mi cuerpo, podría reconocer su voz en cualquier circunstancia—. No tienes que preocuparte por nada, Dios nos perdona siempre que pecamos~
Me tense aún más, su voz parecía maliciosa, simplemente aterrador. Podría jugar que mi entre pierna se endurecía, pensé por un instante que la ropa me molestaba. Quería salir corriendo de ahí, es lo que iba a hacer, se podía observar el bulto entre mis pantalones, si los demás veían eso estaría muy avergonzado. Me levante en medio de la oración y salí de ese lugar, más tarde le podría explicar al padre e incluso pediría confesarme.
—Obedezcamos por tanto a su grandiosa y gloriosa voluntad. Suplicando su misericordia y su bondad, postrémonos y dirijámonos a su piedad, abandonando la vanidad, la discordia y todo pecado será perdonado. —Logre escuchar a lo lejos las palabras del padre posterior a terminar la oración. Mi corazón latía al mil, solo podía pensar en cómo la mano de Perth posaba en mi regazo y la forma en que había acariciado.
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Mi cuerpo arde, a mi mente solo vienen esos recuerdos, el deseo aumenta, es casi imposible sacar su rostro de mis pensamientos. Se siente como si el diablo estuviera jugando con mis emociones, pensar de tal manera es tan insano, desearlo es algo severamente nefasto. Esto ha de ser la prueba que Dios ha puesto en mi camino para no caer en la tentación.