Naruto - El sabio de lo salvaje ✔️

Capítulo 7: Conversación

En momentos así se alegraba de haber recibido entrenamiento shinobi básico.

Thalia, al parecer, tenía un miedo mortal a las alturas.

Sí, una hija de Zeus, sorprendió a todos.

Mientras ella aplastaba el volante con su agarre mortal de miedo, Naruto estaba de pie en el techo. Rápidamente aceleró, atrapando a los cazadores y enviándolos de vuelta mientras mantenía a los otros semidioses al otro lado de él. Si los dos chocaban, tenía la sensación de que los chicos perderían su propósito evolutivo y las mujeres... bueno, no lo sabía, pero sentía que el misterio era mejor que la respuesta.

Por supuesto, los campistas estaban agradecidos y también sorprendidos por su capacidad para mantenerse en la superficie plana a pesar de estar boca abajo más del 75% del tiempo, pero la "conducción" de Thalia definitivamente lo justificaba. Desde que se había hecho cargo, había evitado 14 lesiones graves y unas cuantas muertes... en las pendientes pronunciadas, había tenido que saltar por una ventana más de una vez para salvar a un cazador desprevenido. Por supuesto, lo miraban con malicia, pero tenía una misión, y un shinobi nunca deja que sus emociones le impidan juzgar... aunque se preguntaba hasta dónde llegaba su odio. ¿Creían que sobrevivirían a la caída, o era preferible morir a ser salvado por un hombre?

Así que aquí estaba él, atrapando a Nico por vigésima vez, haciendo todo lo posible por dar advertencias sobre pendientes pronunciadas y paradas... que no eran realmente útiles, pero sí les ayudaban a "cabalgar las olas". Jackson lo manejó bastante bien, lo que no hizo más que reforzar la opinión de Naruto.

Pero finalmente, todas las cosas llegan a su fin.

Naruto comenzó a preguntarse seriamente si debería anclarlos a todos a sus asientos con un Jutsu de Tierra o tal vez noquearlos y meterlos debajo de los asientos...

Se apresuró hacia adelante antes de tocar el hombro de Thalia para calmarla.

Y entonces, Thalia lo golpeó con un rayo.

Ahora, Naruto sabía que en realidad no había sido a propósito, pero no le hizo mucha gracia, sobre todo porque ninguno de los Bijuu tenía resistencia a la electricidad. Esa era la razón por la que Kumo tenía dos de ellos en primer lugar.

Pero su paciencia se había agotado.

Naruto se abalanzó sobre ella antes de dirigirse al asiento del conductor y llamar su atención con la mano. Ella lo miró con ojos desorbitados. Él resistió el impulso de inmutarse y le sonrió amablemente.

"Oye Thalia, está bien, dame un momento y estarás bien, yo me encargo".

Antes de que Apolo pudiera decir algo, Naruto abrió la puerta del "Sol" y saltó, cayendo brevemente antes de correr y atraparla rápidamente. Desapareció por un momento y luego las olas se detuvieron.

Thalia seguía pálida como el papel, pero cuando tiró de los controles, notó que estos no reaccionaban y que llevaban un rumbo recto sin ningún bache... no estaba segura de si debía alegrarse por eso o no. Apolo también parecía confundido. El sol no puede "romperse", ¿entonces qué pasó?

No podía ser.

El dios del sol caminó hasta la mitad del autobús antes de abrir el panel del suelo para una salida de emergencia, y he aquí que vio a Naruto.

Llevando el sol.

Por supuesto, le tomó un minuto procesar esto, pero Naruto ni siquiera suspiró al verlo, con la respiración entrecortada por el esfuerzo.

"Ve al campamento, sólo trae a Thals para que se refresque".

Y así Apolo pasó el resto del viaje tratando de consolar a la hija de Zeus, que parecía incapaz de soltar el volante. Percy y Annabeth subieron con Apolo, aunque Percy se quedó atrás. Estaba allí para hacer de refuerzo en caso de que alguno de ellos saliera despedido hacia atrás como Naruto... cosa que no tenía pinta de sentar bien.