Naruto - El sabio de lo salvaje ✔️

Capítulo 29: Desenredado

Estaba oscuro.

Hacía frío.

Era un lugar que conocía bien.

Era como hundirse en un océano negro, el frío quebradizo abofeteando su piel con un tirón áspero, áspero como una cuerda.

Y, sin embargo, se movía como el viento, rastrillando garras esqueléticas a través de su pelo rubio.

Sólo un poco más...

Siguió cayendo.

Y entonces, se quedó sin cuerda.

De repente fue lanzado de vuelta por donde había venido, con tal fuerza que los colores parecían estallar en el ser.

Y entonces se despertó.

Naruto se levantó de un salto de su lugar en la hierba, con los ojos muy abiertos cuando la sensación de ahogo lo abandonó, respirando tranquilamente mientras se agitaba, con sudor frío formándose en su piel.

Peleus zumbó despierto, más o menos, y envolvió a Naruto con sus brazos, asegurándose de que estuviera a salvo, antes de perder la batalla de la vigilancia y quedarse dormido. Naruto respiró hondo para calmarse antes de apoyar la espalda en su almohadilla de hierba, apoyando la cabeza y los pies en las escamas de Peleus.

La presencia le resultaba familiar, pero no del todo. Imponía una autoridad casi ancestral. Casi le recordaba a Kakashi cuando se enfadaba, pero no del todo. Era siniestra, violenta y vengativa.

Le hizo pensar en Obito cuando estaba con Madara.

Dio un pequeño escalofrío, y su cabello rubio se agitó de un lado a otro. "Estoy soñando", dijo.

Y volvió a caer, pero esta vez no en un sueño.

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Naruto abrió los ojos, sorprendido de ver el gran ojo de Shukaku justo frente a él.

"Um... ¿hola?" Dijo Naruto, sonando un poco sorprendido y preocupado. Shukaku no podía quedarse callado por mucho tiempo y estaba casi inmóvil.

"Escucha, chico".

Vaya.

"Solía acceder a mi sello a través de los sueños, así que tengo algo de experiencia con sueños humanos, pero no era eso".

"¿Qué?

"Alguien burló nuestras defensas mentales, atravesó las tuyas y estuvo a punto de sacar tu mente de tu cuerpo y llevarla a otro lugar".

La expresión de Naruto se volvió seria. "¿Quién?"

Shukaku soltó una risita: "¡No tengo ni idea! Aunque eran bastante malvados. Aunque no eran rivales para mí".

Naruto sonrió. "Así que fuiste tú quien me trajo de vuelta".

Volvió a soltar una risita. "¡Nadie te consigue sin mí!"

Naruto se frotó el puente de la nariz y dijo: "Gracias. ¿Podemos evitar que vengan de nuevo?"

Shukaku frunció el ceño antes de negar con la cabeza. "Siguen entrando, así que no. ¡Pero nunca te sacarán! Jeje".

Naruto enarcó una ceja y le dio a Shukaku un ligero golpecito en la frente. "Gracias. La próxima vez que entre, ¿podrías frenarlo un poco? Me gustaría tener un cara a cara".

Shukaku miró al rubio durante un largo momento antes de que una enorme sonrisa se dibujara en su rostro.

"Jeje... él... ¡HEHAHAHAH! No sabrá lo que le golpeó!" se rió.