Somebody that I used to know L.S

Capítulo 5

Mis ánimos son altos cuando apago la alarma y  abandono las frías sábanas que me envuelven, salgo de la cama de un salto y tarareo una canción que solía cantar con mi abuelo de pequeño.

Pienso levemente en mi día. Después de unas semanas de arduo trabajo, he contactado con Harry Styles y me ha permitido hacer una colaboración, solo ha aceptado cuando he recalcado que nuestra relación sería meramente laboral, me ha dolido pero pasar tiempo con él es más importante para mi corazón.

Me pongo mis mejores prendas, he quedado con él en un estudio cercano de los dos para planificar la canción. Cojo mi perfume más caro y me lo rocío por todos lados.

Salgo de mi casa con lo necesario, mientras me dirijo al coche fantaseo en todo lo que puede pasar y me subo con una gran sonrisa. Me he preparado media hora antes de lo esperado para sorprenderlo. Mi felicidad es comparable a cuando me subía a los escenarios con mi banda, la misma adrenalina y el mismo sentimiento.

Aparco en el aparcamiento y con el ascensor llego a el lugar acordado.

Me siento a esperar con paciencia. Llega la hora acordada y no hay rastros de él.

Pasa media hora, me digo a mi mismo que el trafico es abundante, pero son las ocho de la mañana y apenas había coches. A la hora y media me empiezo a impacientar, las articulaciones me duelen de estar sentado en la misma posición por demasiado tiempo. A las dos horas la irritación empieza a acumularse. Cuando pasan tres horas cojo mis cosas y me levanto hecho una furia. Nada más abrir la puerta me lo encuentro con las llaves en la mano.

Parece tranquilo y al verme me muestra una sonrisa profesional.

—¿Qué pasa? —pregunta el descaradamente.

Lo miro con las orejas rojas de la furia.

—¿Que qué me pasa? ¿Acaso has visto la hora Styles, tres putas horas tarde? —refuto con el dedo indice apuntándolo—. Me parece poco profesional de tu parte tener el descaro de indicar la hora y ni siquiera presentarte.

—No es para tanto.

—¿Qué no es para tanto? Tu voz si que no es para tanto.

Me mira con el ceño fruncido y con unos ojos penetrantes que miran a través de mi alma. Con fuertes zancadas hace desaparecer la distancia que nos separa, trago con dificultad al darme cuenta de que nos separan a penas unos cuantos centímetros.

—Sigues siendo un dramático, solo son unas horas joder, cállate y trabaja —Sus palabras me hieren— ¿Mi voz sobrevalorada? —Suelta una risa cínica—. Eso no dicen los millones de fans que tengo, al contrario que tú que apenas llegas a los cinco millones.

—¿¡Qué mierda te pasa conmigo!? —grito sin poder controlarme—. ¡Eres una mierda!  Siempre eres tú el que me haces daño, ¿tanto me odias? ¡Dímelo a la puta cara!

Las lágrimas se retienen en mis ojos, quiero retenerlas con fuerza, pero caen sin hacerme caso. Styles se paraliza por un momento, pero empieza a reírse a carcajadas. Mis mejillas se tiñen de rojo carmesí por la vergüenza, él, el chico que me prometió que llorar no era una debilidad, se ríe de mi por derramar dos lágrimas. Me siento humillado por quien no pensaba sentirme.

—Eres un llorón —declara con fuerza—, siempre lo has sido. No te imaginas lo avergonzado que estaba cuando llorabas conmigo, me dabas pena. Gracias a mí que ya no estamos juntos.

Aun con sus palabras con tonalidad feliz, su expresión es seria, expresándome que ya no es una de sus tontas bromas y ahora para él la broma soy yo.

Las lagrimas se hacen más constantes hasta el punto de que estoy llorando. Odio llorar por alguien como él. Me prometió las estrellas y me las está arrebatando sin piedad.

—Eres la peor persona que he conocido —dicto entre sollozos.

A la mierda el puto plan y a la mierda Harry Styles. Ojalá se pudra en el infierno, porque es donde merece estar un demonio como él. Odio todo de él porque aun mi corazón le pertenece.

—Por desgracia me conoces, yo ojalá nunca lo hubiera hecho.

Lo odio, lo odio, lo odio y ojalá nunca nuestros caminos se hubieran cruzado.

—Te odio —digo con la voz rota.

—Yo hace mucho que lo hago.

Cojo mis cosas con odio y salgo de el estudio sin mirar atrás. Sé que me mira, puedo sentir su mirada fija en mi nuca. Pero me da igual.

Cojo el coche y me dirijo directo a la dirección sin dudar. Abro la ventanilla y el viento helado me mueve el flequillo constantemente. Aparco en el primer espacio que veo y pego a la puerta con tres golpes secos.

Niall me abre la puerta con el pelo desordenado. Sus ojos se desorbitan al verme con los ojos rojas y con una terrible cara. Me deja entrar sin decir palabra y en silencio me prepara un café como él sabe que me gusta.

Me da el café y se sienta en frente mía dándole un sorbo a su taza.

—¿Qué ha pasado exactamente?

Me paso la mano por el pelo desordenándolo. Echo la cabeza hacía atrás y un sollozo silencioso sale de mi garganta.

—Odio a Harry Styles.

—Primero, ¿qué ha hecho esta vez?; segundo, ¿por qué no olvidas si no te aporta nada?

Suspiro pesadamente y tomo un gran sorbo de café.

—Hemos quedado para hablar sobre nuestra nueva colaboración y ha aparecido tres horas tarde, me ha dicho que soy un dramático y que me odia —sollozo audíblemente—. ¡Quiero olvidarlo! Pero no puedo...

—Después de todo lo que te ha hecho, si he entendido bien, ¿sigues amándolo? —Hace una leve pausa—. Te ha gritado, te ha insultado, te ha dicho que te odia, te ha hecho barbaridades y es que como un tonto sigues detrás suya. Eres un caso perdido del amor tóxico.

—Ayúdame, dime que hacer para olvidarlo.

Sonríe de oreja a oreja.

—Primero, vas a seguir con esta colaboración porque aunque lo odie, tiene una gran cantidad de fans y puede incrementar la gente que te ayuda; segundo, no juegues en su juego, perderás, él es un maestro; tercero y no por ello más importante, recuerda que no eres su amigo ni un mero conocido, la simpatía no entra en tu relación con él.

Me quedo perplejo con sus palabras, quien me diría que Niall me explicaría como olvidar a Styles cuando él fue quien me ayudo a conquistar a Harry. La melancolía casi me invade, pero recuerdo que él ya solo forma parte de mis recuerdos y que quedará en mi memoria como el amor de mi vida y no como el chico que me rompió en dos pedazos.

—Lo intentaré Niall, te juro que lo haré. Tenme un poco de fe.

—Siempre te he tenido fe, otra cosa es que cumplieras tus promesas.

Lo abrazo y el me envuelve cómo una madre.

Ojalá ella estuviera conmigo para hacer lo mismo.

—Voy a ser más famoso que Harry Styles —declaro con firmeza.

—¡Así se habla amigo!