Capítulo 28 | Nueva Fantasia

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Lía no podía dejar de pensar en Max. No era solo que sus palabras seguían retumbando en su cabeza, sino que el recuerdo de su cercanía, de esa química latente entre ellos, la acosaba en los momentos más inesperados. Cada vez que cerraba los ojos, podía sentir la intensidad de su mirada, el suave roce de su mano sobre su brazo, el tono de su voz susurrando a su oído.

Y entonces, esas ideas empezaron a invadir su mente, ideas que nunca había permitido que tomaran forma. Imágenes de él abrazándola, besándola, diciéndole palabras dulces al oído mientras sus cuerpos se acercaban peligrosamente. Se veía a sí misma atrapada entre sus brazos, su rostro tan cerca que podía sentir su respiración sobre su piel. Y en esos momentos, su cuerpo reaccionaba de una forma que no podía controlar.

El calor que sentía en su pecho se trasladaba rápidamente a su rostro y sus manos, temblando mientras cerraba la computadora. No. No estaba preparada para eso. No ahora.

Sin embargo, la imagen de Max, tan cercana y tan tentadora, persistía. Las fantasías que tenía sobre él no eran solo un juego de su mente. Había algo en él que la atraía de manera inexplicable. Las palabras que él usaba, el roce de su cuerpo, la seguridad con la que hablaba... cada gesto lo hacía aún más irresistible, y en su mente, esos gestos se intensificaban.

Imaginaba cómo sería dejarse llevar por él, cómo sería sentirse completamente perdida en sus brazos. La idea de que Max, con todo lo que representaba, la pudiera tocar, la podía hacer temblar. Y en ese momento, un suspiro escapó de sus labios sin querer.

¡No!

Lía se levantó bruscamente de la silla, tratando de alejar esos pensamientos oscuros que ya no podía controlar. Esto no estaba bien. No podía dejarse llevar por la atracción que sentía hacia él, especialmente después de todo lo que había pasado.

Pero su mente seguía regresando a esos pensamientos, a esas fantasías, como un eco que no quería desaparecer.

UNFOLLOW | M. HernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora