El Cazador Quiere Vivir Tranquilamente

Capítulo 9

Mientras tanto, en un estrecho callejón cercano a la casa, estaban dos hombres vestidos con  abrigos largos acolchados idénticos. Uno de los hombres, que sostenía un walkie-talkie, murmuró.

–Esta debe ser la casa del objetivo, pero no hay movimiento.

–¿Qué está sucediendo? Min-gi-nim nos advirtió tanto antes de venir... para esto? ¿Ya se habrá ido a dormir?

Un hombre agachado sobre la tapa de un contenedor de basura, mascaba chicle ruidosamente. Cuando el resplandor de la luz de la calle se posó sobre él, quedó al descubierto la palabra "PADO" escrita en blanco en la espalda de su largo abrigo acolchado.

–Oye, hace frío. Esperemos 30 minutos más... Si para entonces no hay movimiento, regresemos.

–Entendido.

–Compra algo de taiyaki por el camino.

–Suena bien. Uff, esto si que son horas extras para nada.

–Lo son.

El último comentario provino de una voz desconocida. Antes de que los dos hombres pudieran reaccionar, una bolsa de plástico fue arrojada repentinamente sobre sus cabezas.

¡Pum! Algo pesado golpeó a un hombre en el estómago. Soltó un grito ahogado y cayó al suelo. El golpe fue tan fuerte que empezó a sudar de una sola patada. Maldita sea... ¡duele como el infierno! Pero el dolor era tan intenso que ni siquiera podía forcejear. La voz desconocida murmuró.

–Esto debería ser suficiente...

–Ugh, ¿q-quien eres?

–Oh, lo siento.

¡Whack! Esta vez, un fuerte dolor golpeó su nuca. Mientras perdía el conocimiento, la desconocida voz respondió gentilmente.

–No golpeé lo suficientemente fuerte.

'Mierda, se suponía que sólo tenía que mantenerlo vigilado...¿Qué clase de educación es volver a golpear después de haber dicho que fue demasiado leve? Esta amabilidad es innecesaria'' 

Con ese pensamiento, el hombre se desmayó con los ojos en blanco.

–¿Ellos están bien?

Cha Eui-jae comprobó el estado de los dos hombres caídos. Tenían buen pulso y las bolsas de plástico en sus caras subían y bajaban, lo que indicaba que respiraban bien. Tras confirmar que estaban inconscientes, les quitó las bolsas de plástico de "Entrega familiar" que les había puesto antes de la emboscada.

Pensó que un ligero golpe bastaría, pero como eran despertados, eran más resistentes de lo esperado y necesitaron otro golpe. Cha Eui-jae se puso en cuclillas junto a los hombres y murmuró.

–Lo siento, voy a revisar sus carteras.

Pidió amablemente comprensión a los hombres inconscientes mientras registraba los bolsillos de sus abrigos.

Afortunadamente, sin mucho esfuerzo, encontró una cartera en el primer bolsillo que revisó. ¿Tendrá tarjeta de presentación? Rebuscó en el contenido y sonrió satisfecho. Ahí estaba.

[Equipo 1 de Soporte de Combate del Gremio Pado ]

[Grado B Woo Chang-hyuk]

'Gremio Pado, huh...'

Los largos abrigos acolchados que llevaban los hombres también tenían escrito "PADO", por lo que la tarjeta no parecía falsa. Además, era un nombre que había oído en boca de los clientes habituales del restaurante de haejang-guk con frecuencia. Tras devolver cuidadosamente la cartera al bolsillo del hombre, Cha Eui-jae apoyó la tarjeta de presentación en el suelo. Luego sacó un bolígrafo del bolsillo de su delantal.