El Cazador Quiere Vivir Tranquilamente

Capítulo 10

Si se le pregunta a alguien cuáles son los gremios más famosos de esta Corea del Sur, dominada por cazadores, probablemente nombraría tres sin dudarlo.

1ero: Pado

2do: Samra

3ero: Seowon

El gremio Samra fue oficialmente el primer gremio de Corea del Sur. Liderado por Song Jo-heon, que reveló que era posible subir de  grado A a S tras el despertar, Samra construyó una base sólida durante mucho tiempo y se convirtió en un pilar importante de la comunidad coreana de cazadores.

El gremio Seowon era famoso por una razón diferente. Su edificio principal albergaba una biblioteca gigante conectada a otra dimensión. Era como un arca de conocimientos reunidos tras el Día de la Grieta. Perseguían el conocimiento por encima del dinero o la fama y se centraban más en la investigación que en el combate real.

Y por último, Pado. El gremio Pado no necesitaba una larga explicación. Dos frases bastaban para resumirlo.

El equipo de élite, y Lee Sayoung.

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En uno de los lados de la espaciosa sala de reuniones del gremio de Pado había una pared de cristal que ofrecía una vista panorámica de la ciudad. Bae Won-woo, el sublíder del gremio Pado, cruzó la sala con una tableta en la mano y golpeó ligeramente en la mesa para llamar la atención.

–Muy bien, empecemos a confirmar la asistencia... ¿Alguien sabe por qué faltan cuatro personas?

Había colocado sillas para el número exacto de participantes, pero cuatro asientos estaban vacíos. No había recibido ninguna notificación de ausencias. ¿Había alguna emergencia de grieta en alguna parte? Mientras Bae Won-woo se rascaba la cabeza, una mujer de pelo rojo brillante recogido en una media cola de caballo levantó la mano.

–Sublíder del gremio~ Están en la enfermería. Ha pasado un día, creo.

–¿Qué? ¿Por qué? Ni siquiera entraron en una mazmorra.

Ante su desconcertada mirada, la pelirroja, Kang Ji-soo, se encogió de hombros.

–No lo sé. Volvieron golpeados de algún sitio.

–¿Qué? ¿Quién demonios golpeó a nuestros miembros? ¿Vamos a dejarlo pasar?

–Por supuesto que quisimos devolver el golpe. Pero el líder del gremio nos dijo que lo dejáramos en paz.

Los ojos de Bae Won-woo se desviaron rápidamente hacia Lee Sayoung, que estaba sentado al principio de la mesa, jugueteando con algo con expresión indiferente. Al sentir la mirada, Lee Sayoung ladeó ligeramente la cabeza.

–¿Qué?

–Nuestros chicos recibieron una paliza, ¿y tú quieres dejarlo pasar? Ese no es el estilo Pado.

–Déjalo. Es una orden del líder del gremio.

Respondió perezosamente, todavía desinteresado. Bae Won-woo entrecerró los ojos, tratando de ver con qué estaba tan absorto. Parecía una tarjeta de presentación arrugada.

–¿Qué tienes en la mano?

–Una carta.

–¿Una carta? ¿De quién?

–Tienes bastantes preguntas...

Con un movimiento de cabeza, Sayoung movió la barbilla en dirección a donde estaban sentados los miembros del gremio.

–Comencemos con la reunión.

–Bien... Jisoo, más tarde quiero que le informes a los heridos acerca de lo hablado.