Capítulo VIII

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—Señorita, será mejor que se retiré de aquí. –Dijo uno de los guardias.

—¡NO! Me quedaré a esperar a Rosé. –Respondió negándose la pequeña coreana.

A los guardias se le hacía demasiado tierno, lo que hacía la coreanita por su ama.

—Perdón, señorita. Pero, no puede seguir aquí, es peligroso. –Aclaró. –Debe irse, son órdenes de la señorita Park.

La coreanita agachó la cabeza decidiendo marcharse de allí, para estar a salvó. Pero, no fue mucho cuando una rubia un poco sangrada se acercaba a ellos.
La coreana al verla en ese estado, corrió a abrazarla con todas sus fuerzas, sin soltarla.

—¡Rosie! ¿Estás bien?! –Preguntó la coreana demasiado preocupada.

—Si, Jenn, estoy bien. Sólo me manché un poco con sangre, no es nada. –Aclaró la neozelandesa.

—Gracias a Dios, estas bien.

—Sí, pero, mejor vámonos de este lugar. –Dijo tomando la mano de la coreana.

Todos se retiraron del lugar, en todo el camino, las dos chicas iban en silencio, Jennie no quería decir nada, aún no podía asumir que la rubia fuera parte de la mafia y, qué la castaña y todos esos rumores eran ciertos. Eso explicaba el comportamiento frío y serio de Rosé.
Rosé por otro lado, no tenía la valentía suficiente para hablar, le había dicho a Jennie que era mafiosa, que la amaba y también le había dado un beso, era mucho para ella, que nunca había tenido sentimientos puros por alguien.

[...]

Rosé llevó a Jennie a su casa y regreso a la suya, se ducho y se escondió bajó las sábanas de su cama, a procesar todo lo que había pasado, tal vez, faltaría algunos días al colegio, para poder procesar todo.
Jennie por otro lado, sólo se ducho y se metió a la cama y intentó dormir, mañana tendría clases y no quería perder alguna por desveló.

Al día siguiente

Ya la coreanita se encontraba en su primera clase tratando de prestar algo de atención, pero no podía con lo sucedido, ayer. Había estado pensando en eso todo el día hasta el almuerzo, sin haber podido atender a ninguna de sus clases, pero una castaña lo había notado.

—Jennie... –Dijo la castaña tratando de llamar la atención de la coreana por quinta vez. —¡JENNIE KIM!

—¿Ah? ¿Qué decías? –Dijo la coreanita.

—Estás rara, ¿Qué te pasa? –Preguntó preocupada la castaña.

—No nada, estoy bien. –Mintió.

—No mientas Jennie. –Dijo seriamente Jisoo. —Se que te pasa algo. ¿Tiene que ver con Rosé?

—¡No! –Dijo rápidamente la coreanita, pero notó la mirada de su amiga, que decía "no te creo". —Bueno, sí...

—¿Qué pasó con ella?

—Es que, ayer, fuí a su casa, y ella estaba por irse, y yo insiste en ir con ella, sólo para que me enterará que es una miembro de la mafia coreana. –Dijo Jennie. —Ademas, dije que la amaba y ella me beso, dijo que también me amaba... Pero, ¿Está bien amar a una mafiosa?

—Wow, enserio esos rumores eran ciertos. –Dijo la castaña sorprendida. —Y claro que está bien, si tú corazón te dice que ella es la indicada y, la amas y ella a tí. Está bien.

—Es que, ¿No sería muy peligroso?

—Talvez, pero no creo que te exponga a peligros.

—Tienes razón, ella me protegió ese día.

—Deberías hablar con ella, cuando regrese al colegio, tal vez no vendrá estos días.

—Si, lo haré. –Dijo la coreanita. —Gracias Jichu, eres la mejor amiga del mundo.

—No es nada. Pero ya come, que tenemos clases en 15.

—Sí, sí. –Dijo la coreana rodeando los ojos.

Descubrir el verdadero amor || Chaennie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora