La 8ª miembro de BTS

18ª Parte

- Amor, me tengo que ir a Japón con los chicos a una entrega de premios. Llamé a Jungkook para que se quede estos días contigo y ya está de camino para acá.

- Pero no hace falta que venga nadie, puedo estar sola enserio - Lo miré con seriedad desde el sofá.

- Tienes razón, pero no estaré tranquilo si estás sola en casa asi que no hay remedio, cariño - Besó mi frente y se dirigió a la habitación a preparar su maleta.

Suspiré cansada y esperé a que el susodicho llegara, mientras decidí prepararme un bol con diversos sabores de helado. Desde que estoy embarazada no he parado de tener antojos raros, el médico dice que es normal asi que yo estaba encantada.

Sonó el timbre de la casa, con pesadez caminé para abrirle la puerta a Jungkook. Éste entró con una gran maleta, me dió el parecer de que se iba a mudar con nosotros.

- ¿Es esto necesario, Jungkook? Solo te vas a quedar unos días.

- Ya lo sé, solo son mis cosas de boxeo - Rió con miedo.

Él sabe que yo no le dejo entrenar en mi casa y mucho menos hacer boxeo, no por nada si no porque arma mucho escándalo y no hay quién lo soporte. Lo miré furiosa a los ojos con mis brazos cruzados, él solo escondió la maleta detrás de él y agachó la cabeza apenado.

- Está bien, entra - Su cara cambió en cuestión de segundos y entró a la casa con ilusión.

- ¡Hey, amigo! - Mingyu bajó ya listo para irse.

- ¡Kim Mingyu! - Ambos se saludaron como los verdaderos machos que son.

- Bueno, ya me tengo que ir. Estaré llamando de vez en cuando, por favor cuídense mucho. Jungkook, confío en ti, cuida bien de mis dos tesoros.

- Lo haré colega, no te preocupes.

No se fue sin antes besarme en la frente y besar mi barriga despidiéndose de nuestro bebé. Esta tarde tendría que ir a la consulta del médico ya que hoy me dirían si es niño o niña, Mingyu era el que iba a ir conmigo pero no le dejaron cancelar el viaje asi que iría Jungkook conmigo en su lugar.

- ¿A qué hora es la cita? - Preguntó Jungkook mirando el reloj.

-  A las 4:30 p.m. aún hay tiempo, pero podemos comer primero - Dije dando saltitos de ilusión para que él cocinara algo rico, él asintió riendo.

- Muy bien, ¿que se te antojó ahora?.

- Japchae... ¡No, mejor pollo frito! Si, pidamos pollo frito - Ambos reimos y pedimos la comida.

Luego de comer y recoger la casa nos dirigimos con tiempo a la cita con el médico. Durante el camino pusimos algo de música mientras él me ponía al día de lo que cada uno de los chicos hacía desde que yo me ausenté de las actividades grupales.

- Te echamos de menos, se siente raro cuando tenemos que ir a algún programa o subir al escenario sin ti - Sus palabras transmitían nostalgia e inconscientemente me sentí igual.

- Yo también lo hago, mi vida cambió en cuestión de segundos. Hace unos meses me enteré que estoy embarazada y ahora estoy comprometida, todo pasó tan rápido que aún no me acostumbro.

- Así es la vida, mi niña - Acarició mi mano - Hay que seguir adelante, nosotros estaremos siempre contigo aunque casi no nos veamos pero no dudes en contar con nosotros para lo que sea.