🕷️Prólogo🕷️

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En la silenciosa penumbra del aula de ciencias, donde los frascos de vidrio contenían pequeñas maravillas y horrores de la naturaleza, Jungkook se movía con la precisión de un ladrón. La luz de la luna se colaba a través de las persianas, proyectando sombras retorcidas que parecían seguirle en su misión. Él sabía que estaba mal espiar a su maestro, el respetado y enigmático profesor Taehyung, pero la curiosidad lo devoraba desde hacía semanas.

No era solo la fascinación de Taehyung por las arañas lo que lo inquietaba, aunque esa colección particular de tarántulas y viudas negras bien podría alimentar las peores pesadillas. Era la forma en que las miraba, como si compartiera el mismo lenguaje con ellas.

Había algo... inhumano en la calma con la que manejaba a esos seres, como si fueran extensiones de su propia voluntad.

Jungkook había comenzado a notar cosas: el extraño brillo en los ojos de su maestro cuando hablaba de la naturaleza depredadora de sus pequeñas compañeras; el susurro de palabras en un idioma incomprensible cuando pensaba que estaba solo; las marcas que a veces vislumbraba en sus muñecas, como cicatrices antiguas que contaban historias de rituales olvidados.

Jungkook había comenzado a notar cosas: el extraño brillo en los ojos de su maestro cuando hablaba de la naturaleza depredadora de sus pequeñas compañeras; el susurro de palabras en un idioma incomprensible cuando pensaba que estaba solo; las marc...

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Esa noche, mientras Jungkook se escondía tras una estantería, con su aliento contenido y su corazón galopando en el pecho, algo sucedió. Taehyung, inclinado sobre una enorme tarántula que descansaba en una caja de cristal, murmuró algo que para Jungkook no era de este mundo. Un aura oscura y viscosa pareció extenderse en el aire. Y entonces, lo vio: por un instante, una sombra gigantesca se alzó detrás de su maestro, coronada por una serie de ojos rojos y brillantes como brasas.

El hijo mestizo de Bael, el demonio de las legiones del inframundo, acababa de revelar un fragmento de su verdadera naturaleza. Y Jungkook, petrificado pero fascinado, supo que ya no había marcha atrás. Su curiosidad había cruzado el umbral de lo prohibido, y ahora era un intruso en un secreto que podía devorarlo vivo.

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No sé si hacer más de un capítulo de esta historia, no sé si llegue a gustar :(
Si está historia tiene un número de visitas decentes me arriesgo en escribirla completa, de lo contrario voy a sacar un único capítulo.

Con obsesión: R

Entre las telarañasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora