🕷️Capítulo 01🕷️

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Taehyung

El día comienza como cualquier otro, con el suave murmullo de estudiantes en los pasillos y el eco de sus pasos apresurados. Mi rutina ya es tan metódica como las telarañas que hacen parte de mi: preparar materiales, revisar mis notas y entrar al aula con la misma calma que siempre proyecto. Pero hoy, algo me inquieta, un pensamiento persistente que no puedo sacarme de la cabeza.


La primera clase transcurre sin incidentes; adolescentes curiosos, hormonales algunos más despiertos que otros, todos tratando de absorber el concepto del momento.

Luego llega el almuerzo, donde el bullicio del comedor me envuelve. Me siento en una mesa vacía, como suelo hacer, y dejo que mi mente divague mientras observo a los estudiantes interactuar. Pienso en Jungkook, uno de los chicos de mi última clase del día, y recuerdo cómo sus ojos me siguieron hace dos días en el comedor "¿Qué ve cuando me mira así?" Esa pregunta ha estado rondando mi mente desde entonces.

Cuando finalmente llega la última clase, la del curso 11-B1, siento una ligera anticipación. No lo admito ni siquiera ante mí mismo, pero siempre encuentro interesante ese grupo.

Especialmente Jungkook.

Estoy preparando los materiales sobre el nuevo tema cuando comienzan a entrar los estudiantes. Uno a uno, van llenando las sillas, sus conversaciones desordenadas creando un zumbido de fondo. Entonces, lo veo. Jungkook. Entra con la mirada fija en el suelo, como si el peso de sus pensamientos lo obligara a mantenerse cabizbajo. Sin mirar a nadie, camina hasta su lugar habitual, en la última fila, y se desploma en la silla con la misma discreción de siempre.

Hago un esfuerzo consciente por no dejar que mi mirada se detenga demasiado tiempo en él. En lugar de eso, me giro hacia la pizarra y comienzo a escribir el título del día: "Estados de la materia."

-Hoy exploraremos los tres estados principales de la materia: sólido, líquido y gas- digo, mi voz resonando con la intención de capturar la atención de todos.

Les explico los conceptos básicos y pronto paso a los experimentos, mis movimientos fluidos mientras enciendo un mechero Bunsen y manipulo diversos materiales. Siempre he creído que las demostraciones prácticas son la mejor manera de enseñar; el asombro en los ojos de los estudiantes vale más que cualquier fórmula memorizada.

Sin embargo, mientras hablo, siento una mirada fija. La misma que en el comedor hace dos días.
Alzo la vista disimuladamente y, por supuesto, es Jungkook. Su atención no está en el experimento, ni siquiera en el tema de la clase. Está en mí. Pero esta vez, no son solo mis palabras lo que parece absorberlo. Su mirada se desliza hacia mis muñecas, hacia las marcas que suelo mantener ocultas, pero que hoy, por un descuido, han quedado parcialmente a la vista.

Mi mandíbula se tensa, pero no dejo que mi voz delate mi molestia. "¿Por qué está tan interesado en algo que no le concierne?" Con un movimiento calculado, ajusto las mangas de mi camisa, cubriendo mejor las marcas. Al hacerlo, noto cómo Jungkook aparta rápidamente la mirada, un destello de culpabilidad cruzando su rostro.

Retomo la clase con una serenidad que no siento del todo, conduciendo la atención del grupo hacia los resultados de los experimentos. Finalmente, cuando el reloj marca el final de la hora, dejo una tarea individual que deberán entregar la próxima semana.

-Quiero que investiguen cómo los estados de la materia influyen en su vida cotidiana y presenten ejemplos concretos. Les ayudará a entender mejor el tema y a reflexionar sobre la ciencia que nos rodea- digo, mientras los estudiantes anotan las instrucciones.

Cuando terminan, los dejo marchar, observando de reojo cómo Jungkook recoge sus cosas con la misma calma inexpresiva con la que llegó.

Cuando el aula queda vacía, suspiro, pasando una mano por mi cabello. Algo en ese chico me inquieta más de lo que debería. Pero lo que me molesta no es su mirada insistente, ni siquiera su curiosidad sobre mis marcas... O sobre mi. Es la extraña certeza de que, de algún modo, este juego silencioso entre nosotros apenas comienza.

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Con rareza: R

Entre las telarañasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora