TRATO

cap.6

-Carolina te he dicho que no voy a ir.

- ¿Por qué eres tan aburrida Vico? Te he dicho que va a ir Erick.

Ya había pasado una semana desde mi cumpleaños.

Era viernes por la tarde y mi mejor amiga me estaba insistiendo para ir a una fiesta.
Me encantan las fiestas, no lo voy a negar. Pero solo de pensar que va a ir Erick me entran náuseas.
Erick es el chico que me gusta desde hace unos años. Y lamentablemente es amigo de Jorge. Aunque pensándolo bien, él nunca se ha metido conmigo.

-Ya te he escuchado Carol, pero mi respuesta sigue siendo no.

Ella me dio con el peine en la cabeza. Se había ofrecido a peinarme ya que tenía el pelo hecho un desastre cuando llegamos de las clases.

-Escúchame Victoria Ruiz. Me apunto con un dedo a través del espejo. - Te obligo a ir a esa fiesta, no puedes seguir escondiéndote bajo las sobras de tu habitación para ignorar al hombre que te gusta, debes atacar ¿Leonas o huevonas? Preguntó

-Leonas. Suspiro al cabo de unos segundos

Esto iba a ser una locura.

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A las doce de la noche ya estábamos en la fiesta.

Para estás ocasiones necesito un conjunto que destaque. Decido ponerme unas botas de tacón negras hasta la pantorrilla, falda xs negra y una camisa de tamaño mediano también negra. Me he dejado el pelo suelto y he decidido después de mucho tiempo hacerme por primera vez el eyeliner más recto y decente que he podido. No solía hacerlo por lo torpe que era a la hora de hacer la línea. Además, tampoco me visto así siempre, Carolina insiste en que debo de ser un poco más atrevida, pero siendo sincera, tengo miedo de lo que puedan decir y pensar los demás.

Entramos al pub donde se hacía la fiesta. La música retumbaba por todas partes, lo cual no me molestaba. Carolina y yo nos dirigimos a la barra para empezar con la primera ronda de cubatas.

-Un cacique con naranja y un Barceló con Coca-Cola gracias. Pedí a la bartender

- Vico. Me llamó mi amiga
-Qué pasa.
- Lo siento por dejarte sola, pero sé que tú puedes con esto. Me dio unas palmaditas en el hombro y se fue

¿Qué cojones?

-Hola Victoria.

No. Me niego. Que cabrona.

-Hola Erick. Intenté forzar una sonrisa, pero no podía por los nervios.
Tenía al frente al chico del cual estaba pillada desde hace años y yo estaba actuando como estúpida. Maravilloso.

La bartender me entregó los cubatas que había pedido hace un rato.
Cogí el Barceló con Coca-Cola ya que el otro era de Carolina.

-Puedes coger el otro, Carolina me ha abandonado a la suerte. Reí

-Gracias. Lo cogió y le dio un trago. - Por cierto, estás hermosa. Dijo mientras me miraba de arriba abajo

Puedo jurar que en ese momento mis mejillas estaban ardiendo.

-Muchas gracias, tú también estás muy bien.

-Voy a ser directo. Aclaró francamente. - Me gustas, no te voy a mentir. Y carolina me ha dicho que yo también te gustó y hoy no pienso desaprovechar la oportunidad.

Si antes estaba roja ahora estaba pálida.

Ataca, saca tu lado salvaje. Las palabras de carolina resonaron en mi mente.

Me acerqué el cubata a la boca y de un trago me lo bebí. Erick abrió los ojos como platos para luego reírse.

- Yo tampoco pienso desaprovechar la oportunidad.

Aquí vamos.

Dejando atrás mi vergüenza y dejando salir mi lado salvaje. Me abalancé sobre él y lo besé.

El beso no era suave ni tímido. Era salvaje, intenso y lleno de necesidad. Pero una parte de mí no estaba conforme.

El Barceló ya empieza a subir.

-Vamos a bailar ¿no? Lo cogí de la mano y lo guíe a la pista.

Bailamos al ritmo de la música. Nuestros cuerpos chocaban con cada acercamiento.

-Eres preciosa. Me susurro al oído

En esa altura yo no sentía ninguna pizca de vergüenza. Ahora sentía la gran necesidad de tenerlo encima.

- ¿Tienes coche? Pregunté acelerada

-Si, pero para qué.

- ¿Tú para qué crees?

Salimos al aparcamiento y el me guio al coche.

-Tengo condones. Aclara mientras nos metemos en la parte trasera.

No respondí. Yo quería acción y ya estábamos tardando demasiado.

El coche tenía las ventanillas opacas lo que me daba más libertad a la hora de hacer lo que quería.

Me volví a lanzar a él besándolo con fiereza. El me bajo la falda con una mano mientras que con la otra apretaba mi cintura.

Este chico me va a matar.

La escena continuó con rapidez. Besos, toqueteo y a lo que íbamos.

Para cuando terminamos estábamos jadeando.
Acababa de tener relaciones con el chico que me gusta en su coche.
No era como mi yo de instituto se lo imaginaba. Pero no podía aguantar más. Lo único que me atria de Erick era su aspecto físico y su amabilidad. No lo había conocido lo suficiente como para algo serio. Y siendo sincera, tampoco buscaba eso en aquel momento.

Nos vestimos como pudimos y salimos del coche.

-Ha estado bien. Susurró a mí lado
-Si. No podía decir nada más, o no sabía que decir, mejor dicho.

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La noche transcurrió con normalidad. Nos habíamos dado el número y yo ya estaba en casa con Carolina.

Nos habíamos mudado juntas al meternos a bachillerato lo cual hacía las cosas más fáciles.

Esa noche ni siquiera nos molestamos a desmaquillarnos. Por lo visto ella también avía tenido movida con un chico y estaba igual de exhausta que yo.

Sin duda volvería a ver a Erick. Estaba cansada de seguir torturándome con mi pasado en vez de vivir el presente.

Ya era de cambiar eso. Y no me importaba dejar atrás todo. Solo quería olvidarme de Jorge.