En la estricta sociedad jerárquica de Alfas y Omegas, es imposible que los Omegas no se inclinen ante la voluntad de sus Alfas. Dahyun, sin embargo, va en contra de esta regla. ¿Podrá Sana, una Alfa criada por padres tradicionales, aceptar a su comp...
"Un amigo es alguien que sabe todo sobre ti y aún así te ama".
—Elbert Hubbard
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A medida que se acercaba Halloween, la escuela comenzó a publicar volantes que anunciaban un baile escolar. Cuando Sana encontró uno de los volantes, prácticamente gritó de alegría en el pasillo, saltando en el aire con el puño en alto. Se moría de ganas de un baile con este tipo de temática, cualquier cosa que le permitiera disfrazarse con disfraces fantásticos. Y los Omegas que están a cargo de los bailes, una de las únicas posiciones de poder abiertas a un Omega en la escuela, habían respondido a su llamado.
Mientras corría, llena de adrenalina y vitalidad, para encontrar a Dahyun, el folleto se le escapó de la mano y flotó lentamente hasta el suelo de baldosas del pasillo de Alpha. En el estaba escrito lo siguiente:
Llamamos a todos los países a nuestro baile de Halloween de 2024, disfrácense y jueguen su papel como la personificación del país que tanto adoren.
Esté en el gimnasio a las 6:30 el viernes 25 de octubre por la noche para un fabuloso preámbulo a la noche más esperada del año, Halloween.
En el centro del folleto había una calabaza pegada que miraba con picardía al espectador en un intento de transmitir una alegría espeluznante. Al final del día, la escuela estaba repleta de gente y se oían por los pasillos exclamaciones como "¡Voy a ser Letonia!" o "¡Llamo a Dinamarca!". Por todas partes se escuchaban risas y charlas, y el desastre de la semana anterior en el que estaba involucrada Dahyun y su carta sobre la igualdad de derechos prácticamente había desaparecido.
Sana, al encontrar a su futura compañera, la abrazó con entusiasmo, haciéndola girar mientras hundía la cara en su hombro y rodeaba con los brazos a los de ella. Se reía y, a juzgar por su falta de quejas, era muy consciente de por qué estaba tan contenta. Cuando finalmente la bajó, ella la miró con sus ojos brillantes y una pequeña sonrisa en la boca.
—Supongo que encontraste el folleto - preguntó, pronunciando las palabras con una voz aguda y concisa. La respuesta de Sana fue una sonrisa aún más amplia antes de abalanzarse sobre ella para besarla, tomando por sorpresa a la Coreana.
—¡Dios te bendiga, Dubu, lo hice! —gritó, alejándose lo suficiente para presionar su frente contra la de ella—. ¿De qué país te disfrazarás?
—Corea —respondió automáticamente, su pequeña sonrisa se fue haciendo cada vez más grande, absorbiendo el entusiasmo que Sana estaba filtrando—. ¿Y tú? Aunque creo que ya puedo adivinar… —se quedó en silencio, dejando que Sana tuviera la alegría de alardear hasta el techo del país obvio en el que le gustaría estar.
—¡Me voy disfrazado del maravilloso país de Francia! - dijo Sana, con todo el entusiasmo que Dahyun había esperado.
—El baile es dentro de un par de días, ¿lo sabes, verdad? —le preguntó, moviendo los dedos por voluntad propia mientras se deshacía del pelo que se le erizaba en ángulos radicales en la parte superior de la cabeza. Sus manos nerviosas habían despeinado lo que había sido un peinado bastante bonito más temprano ese día.
