Hasta que nos dejemos de amar.

Mi boda.

El día de la boda.

Realmente me sentía tan nerviosa, aunque esto es falso. No puedo evitar estarlo. Tengo muchas emociones encontradas, por suerte ya estábamos aterrizando en el aeropuerto. Me avisaron que Salvatore ya bajo de su avión junto con todos sus invitados.

Daniela está a lado de mi, viendo que no me arruine nada del maquillaje o del peinado. Y eso que trajo como unas cinco chicas para hacerme retoques antes de entrar al altar. Mi tío estaba en los asientos de enfrente junto a su esposa, que es mi tía. Daniel está a lado de mi igual. Los invitados ya bajaron del avión hace unos diez minutos y yo tuve que esperar otro diez para irme ya que nadie puede verme hasta que entre al altar.

Daniela me ayuda a levantarme, no sé cómo pude elegir un vestido tan llamativo. Ya estamos en la puerta del avión, tomo una gran bocana de aire antes de comenzar a bajar las escaleras del avión. Ahí como unos quince hombre alto fuertes vestidos de traje negro en el aeropuerto. Mi tío me ayuda a bajar, esperamos a mis primos. Cuando ya bajaron, habían unas camionetas estacionadas. Uno de esos hombres abre la puerta para que yo entre, subí con algo de dificultad. Daniel y Daniela van conmigo mis tíos en otra camioneta. Y sentía algo muy raro, parece que están escoltando al presidente. Por qué ahí varias camionetas siguiéndonos, y no ahí tráfico que casualidad.

•••

Ya estamos en el campo que elegí, estaba tan nerviosa. Bueno instalaron una pequeña carpa para que yo me diera los últimos retoques de mi maquillaje. Una de las chicas me pone el velo, y otra me entrega el ramos que son de rosas blancas y en medio una color roja.

- Ya estás lista - Daniela dice tan feliz.

Me miró en el espejo, y wow me veo como una princesa. Mi vestido es súper largo tiene brillantes. Es liso con unas cuantas separaciones. De la parte de la cintura es ajustado, tiene un escote en forma de V, que realmente si es muy revelador. De atrás es transparente, pero por el velo casi no se ve. Tiene mangas pero llegan hasta el hombro y son de encaje. El cabello lo tengo completamente suelto, con unas hondas.

- Puedo pasar - dicen afuera de la carpa.

- Adelante - digo todavía mirándome en el espejo.

Quiero llorar realmente, quisiera que mis padres me vieran llegarme al altar.

- Ya es hora Rosalie - mi tío dice.

Me doy la vuelta, y el se queda en shock.

- Te vez.. hermosa - dice con una gran felicidad.

- Gracias tío - digo con una sonrisa - Vamos entonces.

Antes de empezar a caminar al altar, sentí una gran nostalgia. Cayeron unas lágrimas por mis mejillas, realmente los extraño.

- Rosalie no llores por favor - mi tío dice parándose enfrente de mi.

- Solo quisiera que estuvieran aquí - digo limpiando mis lágrimas.

- Ellos están aqui en tu corazón - mi tío dice.

- Gracias tío - digo antes de abrazarlo.

- Se que no me comparo con tu padre pero aquí estoy - dice antes de separase de mi.

- Bien vamos - Entrelazo su mano derecha con la mía que es la izquierda.