Luna de miel.

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Llegamos al aeropuerto, el piloto ya solo nos esperaba para despegar. No recordé hacer una maleta, pero me imagino quien fue. Ahí Daniela no se te haya ocurrido elegir ropa rara. Y otra vez guardaespaldas cuidando de nosotros. Subimos al avión privado de Dominic.

Me senté — ¿Y a donde vamos? — digo mirando a Dominic que está apunto de sentarse a mi lado.

— Es una sorpresa — dice acomodándose en su asiento.

— Bien si es una sorpresa no lo quiero arruinar — digo con una leve sonrisa.

— Les ofresco algo de beber — dice una de las azafatas.

— A mi tráeme una copa de vino — Dominic dice.

—A mi tráeme una copa de champagne— digo amablemente.

— Ahora mismo traigo sus bebidas — dice amablemente antes de irse.

— Te queda bien el anillo — dice antes de tomar mi mano izquierda donde está el anillo.

— Es hermoso, ¿lo elegiste tu mismo o mandaste a alguien? — digo sin quitar mi mano de la suya.

— Obvio lo elegí yo, no iba a dejar a otro el trabajo del anillo de mi esposa — dice antes de besar mi mano.

Es imposible no enamorarse de un hombre como este. Es muy tierno, sentí mis mejillas arder. Mi corazón late con intensidad.

— Tienes buen gusto, me ha encantado el anillo —

— Es lo único que quería escuchar toda la noche —

Se empieza a mover el avión, miro por la ventana y si ya nos estamos moviendo.

— Sus bebidas — la mujer dice.

Me entrega mi copa y hasta al último a Dominic. Se retira la mujer y le doy un pequeño sorbo al champagne. Pero está es más dulce, se siente como si estuviera comiendo una fruta.

— ¿Otra cosa a la que eres alérgica? — dice Dominic.

— Solo a la nuez y al durazno — digo mirándolo a los ojos.

— Bien, entonces los tendré en cuenta —

— ¿Y tú a qué eres alérgico? —

— Yo no tengo alergias —

— Oh..que buena suerte — digo con una leves sonrisa.

— No me gusta lo dulce —

— ¿Que? — Doy un sobresaltó al escuchar eso — Ni los chocolates.

— No me gusta nada que tenga dulce —

Si no le gusta nada que tenga dulce, porque comió el pastel. Ese pastel estaba muy dulce.

— ¿Entonces porque comiste el pastel si no te gusta? — digo con una ceja arqueada.

— Para ser inteligente, eres muy tonta a veces — Sonríe y se marca su hoyuelo —

— ¿No entiendo? — digo confundida.

— Lo hice por ti — Te veías emocionada, cuando me ibas a dar el pastel haci que lo acepte.

Y otra vez en shock, enserio alguien puede hacer esto. Hacer algo que no le gusta solo por qué te vez feliz tu. Me empezaba a dar calor, haci que rápido me tomé la copa de champagne.

Después de casi cuatro horas en el avión llegamos. Dominic está ahora mismo pidiendo una habitación, yo estoy que me muero del sueño. Y me duele la cabeza, me bebi una botella completa de champagne. Son las tres de la mañana y yo sin dormir. Estoy tambaleando me de lo ebria que estoy.

Hasta que nos dejemos de amar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora