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-Ah, señor, hola- saluda Mont a su jefe,  sonriendo de lado- ¿cómo estás?

-Bien, ¿usted?- responde su jefe- estoy de encubierto, seguimos buscando a Grindelwald. ¿Me reconoció?

-Uhm- mira a Lyall, quién sonrie divertido- lo siento, sí.

-Cambiaré mi disfraz, mañana lo veo, Potter- señala, alejándose.

-Sí, buenas tardes- saluda James.

-¿El novio de Dumbledore?- pregunta Lyall- ¿no lo pueden encontrar?

-¿Es el novio de Dumbledore?-ladea la cabeza.

-¿Tú escuchas los chismes que te cuento?- pregunta, molesto.

-Sí, la mayoría de veces sí- suelta el humo de su boca- vamos a casa, mamá hizo pastel de chocolate.

-Uy, pastel de chocolate- sonrie ampliamente- me uno.

Mont asiente y mueve su varita, desapareciéndolos.

-No sé donde conseguir- se queja Alphard pasando por esa misma calle, dos minutos más tarde. Black mira la tienda de la que Fleamont y Lyall salieron hace cinco minutos y entra- aquí quizá haya- susurra acariciando su estómago.

[...]

-¿Invitaste a Lyall? ¡apenas lo conoces!- se queja Alphard, mientras cuelga los globos, parado en un pequeño banquito.

-Sí pero me gusta- mira sus manos- lo invité hoy en el almuerzo- sonrie recordándolo.

-Ey- saluda Lyall. Cygnus revuelve la comida, perdido en sus pensamientos.

-Hola- sonrie el pequeño Black, alegre de verlo.

-¿Puedo sentarme?-pregunta Lupin, algo nervioso por estar cerca de él.

-Sí, claro- acepta.

-¿Cómo te sientes?- pregunta, luego de un largo silencio.

-Bien, igual que hace tres días- sonrie divertido- estoy bien.

-Feliz cumplaños- saluda.

Cygnus sonrie ampliamente.

-Lo recordaste.

-Sí, claro que lo recordé, eres... me interesas, Cygnus y yo... solo quería que lo sepas.

-Oh, bueno, es lindo interesarle a alguien.

-¿Yo te intereso?- pregunta, mirándolo con ilusión.

-Sí, me interesas.

-¿Por qué no almuerzas?- pregunta, señalando su plato.

-Alphard me espera con el almuerzo de cumpleaños, las tradiciones nuevas que se está inventado- aclara, divertido- y no quiero fallarle pero todavía no es mi hora de salida. Dumbledore dijo a las 14 horas pero no sé, esperaré hasta el horario y veré si no me da una charla de caramelos de limón.

-Sí, es medio raro- tuerce la boca y sirve comida en su plato.

-¿Por ser gay?- ladea la cabeza.

-No, yo también soy gay. Solo es raro, quizás de anciano sea un viejo demente.

Cygnus asiente con la cabeza y piensa un segundo.

-¿Qué opinas de acompañarme hoy, en mi cumpleaños?- pregunta.

-¿Uhm?

-Te estoy invitando a mi cumpleaños, Lupin- rueda los ojos- ayúdame- pide, sonrojado.

-Ah sí, perdón, es que no me lo esperaba. ¿Realmente quieres que vaya?

-Realmente quiero que vengas.

-Okey, será un placer asistir a tu fiesta de cumpleaños. ¿Me das tu dirección? así conecto mi chimenea con la tuya para pasar o por algún inconveniente.

Cygnus asiente y dicta la dirección.

-Es mayor que tú- señala Alphard- espera, ¡¿le diste nuestra dirección?!

-Deja de ser dramático, y cumplo 18 hoy- sonrie divertido- ¿crees que estoy lindo?- se señala a sí mismo- además Alphard también es mayor que tu.

-¡Él se enterará de que estoy embarazado! ¡y le dirá a Potter!- habla molesto, moviendo sus manos. 

Cygnus se queda en silencio, dándose cuenta.

-No lo pensé, lo siento- se disculpa apenado- solo quiero ver al chico que me gusta- sonrie de lado- y bájate de ahí porque te caerás.

-Estoy embarazado, no incapacitado- bufa, enojado.

-Tienes siete meses de embarazo, Alphard- señala su estómago.

Alphard se baja con cuidado del banco, poniéndose a salvo.

-¿Feliz?- pregunta con sarcasmo.

-Sí, gracias- sonrie divertido.

Alphard suspira y asiente.

-Me quedaré en mi habitación mientras esté, pero no quiero que te acuestes con él, eres muy pequeño todavía- lo señala con un dedo.

-No me acostaré con él; pero al menos, sí lo haría, usaría condón- se burla, divertido.

-Usamos... en la primer ronda- responde sonriente, recordando el momento.

-¡Giu! ¡no hablemos más de eso, Alphard!- exige, dramáticamente.

-Jodete por burlarte de mi- sonrie divertido.

[...]

El timbre suena.

-Que raro, Lyall tiene la chimenea y falta como una hora todavía- señala Cygnus.

-Oh es que pedí un pastel a domicilio, debe ser del pastel porque me dijo que vendría a esta hora- habla Alphard antes de abrir la puerta, pero allí no está una dulce señora con un pastel, allí está Irma, su madre.

Alphard se congela en su lugar, muerto de miedo.

Irma lo mira de arriba abajo y levanta su mano, golpeándolo en la mejilla.

-¡Prostituto!- grita molesta- ¡no lo creí cuando me lo dijeron! ¡por esta mierda te fuiste con toda tu herencia!- señala su estómago, Alphard lo cubre con sus brazos mientras Irma lanza un hechizo, lanzándolo contra la pared, seguido viene un crucio.

-¡DEJALO DEJALO!- grita Cygnus, tirando del cabello de su madre, quien lo rasguña, tratando de quitar sus manos de su cabello- ¡VETE, YA NO SOMOS TUS HIJOS, USTEDES LO DIJERON, VETE!- la empuja fuerte, y busca su varita en el sillón, posicionándose frente a su hermano- ¡VETE!- grita, su mano tiembla, primero deshace el crucio de Alphard y luego la tira a su madre con un hechizo fuera de su casa.

-Que verguenza ustedes dos- grita- nunca nadie los querrá así, Druella me habló y tenía la esperanza de que hoy puedas volver con nosotros, pero al parecer tu asqueroso hermano ya te corrompió. Diganle a todos que no son mis hijos- concluye, antes de irse.

Cygnus corre a ver a Alphard, que está desmayado en el piso.

El menor de los Black se muerde el labio, mientras llora y piensa en que hacer, no tiene la suficiente fuerza para llevar a su hermano al hospital y él no quiere que llame a Lyall o Fleamont.

-Lo siento, Alph, es tu salud y la de mi sobrino; espero que me puedas perdonar- se disculpa entre lágrimas y luego de tratar de despertarlo otra vez, corre a la chimenea

James//Monthard (Fleamont x Alphard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora