High school DxD: Infinity (Adoptada)

Capitulo 13: La bestia del apocalipsis

Había perdido, la gran bestia del apocalipsis estaba derrotada, había sido humillado, mujeres de la alianza lo habían dejado en ridículo, además de todo su némesis había intervenido,  el mismo sabía que si tenía su poder completo no habría alguien quien logrará detenerlo, pero no, todo por culpa de ese mortal, ese maldito humano llamado Issei Hyoudo había arruinado todo, tenía que lidiar con el hecho de recuperar su poder y aparte también tenía que soportar el ya no ser una divinidad completa, ahora estaba manchado, más en concreto su alma, estaba manchada.

-Maldita sea, todo es culpa de ese bastardo.

Seguía volando como podía, afortunadamente en el inframundo no había muchas criaturas que le hicieran frente, menos a él, pero no sé confiaba, aún tenía mucho por lo que luchar, si bien el hijo de Lucifer no era su principal idea, ahora ya había recuperado la conciencia, ya podía controlar su poder.

-Estas muy herido, ¿Quieres que te ayude?, podría curarte esas heridas.

-Alejate de mi, demonio, no necesito la ayuda de nadie, ¿Acaso no sabes quién soy?

-Eres un necio que no acepta la ayuda de nadie, vamos, mi hogar no está lejos, no es mucho, pero se un poco de magia curativa.

-¿De que clan provienes?

-Soy parte de los Gremory, aunque no me toman en cuenta, dudo que sepan dei existencia, soy un accidente después de todo.

-¿Que quieres decir con eso?

-Digo que soy una bastarda, pero no uso el apellido Gremory, me llamo Asuna, será un placer ayudarte dragón.
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Habían pasado algunos días, Trihexa estaba ya casi curado, había decidido ocultar su identidad, vivía tranquilo en el inframundo, al ser alguien tan poderoso alejaba a criaturas repugnantes que luego se acercaban a la zona de su hogar.

-Kirito, deja de jugar, ven a comer en este instante.

-Voy Asuna.

Así es, la bestia del apocalipsis había cambiado su nombre, por el momento no quería asustar a su salvadora, no después de que con tanto esmero había tratado sus heridas.

-Cielos Kirito, ya estás mejor, deberías ir a la capital del inframundo para conseguir algún trabajo o mínimo ayudarme con los gastos de la casa, solo te la pasas comiendo.

-No es mi culpa, apenas hoy pude manifestar un poco de mi poder.

-Bueno, podrías ir como encargado de misiones, ten, compre una espada para ti.

En la mesa Asuna puso una espada color negro, Trihexa miro desconcertado, jamás en su eterna vida había usado una espada, no es como que fuera necesario, era la bestia que estaba destinado a traer el apocalipsis, no necesitaba armas para luchar.

-No quiero soñar grosero, pero no necesito eso.

-Claro que si, no soportare que estés de holgazán en mi casa, si ya estás bien debes ayudar con los gastos de esta casa.

-¿Y si decido irme?

-Estas en tu derecho, no puedo obligarte para que te quedes, pero si decides quedarte, voy a obligarte para que cooperen con los gastos de esta casa, ahora come y decide, necesito una respuesta.

-Demonio arrogante, recuerda que estás hablando con un dragón, podria hacerte añicos si lo quisiera.

-Intentalo, pero de verdad, inténtalo.

Trihexa estaba acorralado, no sabía que hacer, no esperaba ese tipo de respuesta, era la segunda vez en su vida que alguien se enfrentaba a él, solo que el primero si sabía su verdadera identidad, mientras que la segunda no, por el momento seguiría el juego, ya cuando sea más fuerte, podría irse.

-De acuerdo Asuna, mañana temprano iré a la capital, me quedo, solo no fastidies.

Asuna sonrió, después de eso se dirigió a su cuarto, dejando a Trihexa solo para degustar la comida.
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-Muchas gracias Kirito, es usted muy amable, desde que trabaja aquí muchos demonios renegados han sido eliminados antes de que lleguen al mundo humano, espero algún día acepte la invitación para ir a la mansión Lucifer.

Trihexa solo asintio las palabras y se retiró del lugar, se había hecho una buena fama en el inframundo, lo conocían como el espadachín negro, algo irónico al ser la bestia del apocalipsis, ya que el color de su piel era justamente negro, habían pasado algunas semanas desde que llegó a esta vida, después de perder contra Issei, ahora disfrutaba está poca paz que tenía, por ahora salía de una edificio que estaba en la capital, puesto que alguien muy alegre la estaba esperando.

-¡Kirito!

-Ya deja de gritar, solo llamas la atención Asuna.

-No seas así, por cierto, escuché rumores de que el héroe del inframundo había regresado, el Sekiryuutei.

Trihexa hizo una mueca de molestia al escuchar ese nombre, no le era grato saber que ahora trabajaba en la cuidad donde su mayor enemigo era el héroe más reconocido.

-Y eso a mí que, por mi que se pudra ese asqueroso mortal.

-No entiendo porque el odio contra el dragón rojo, es el Dragón Celestial de la Dominación, tu también eres un dragón ahora que lo recuerdo, ¿De que clase eres Kirito?

Trihexa se mantuvo pensativo, el era un Dios dragón, por supuesto que estaba por arriba de Ddraig, pero no era algo tan fácil de revelar, menos para un simple demonio como Asuna, o eso era lo que el pensaba.

-Por el momento solo te diré que soy un Dragón de bajo rango, pero pronto estaré al nivel de un rey dragón, podría incluso enfrentarme a uno.

Trihexa sonrió, después de miles de años sonreía, algo que no paso desapercibido por Asuna que se sonrojo al ver cómo sonreía la bestia del apocalipsis, era muy bello.

-Asuna, ¿Estás bien?, tu cara está muy colorada, parece que tienes fiebre, vamos al médico, debe estar cerca.

-No seas tonto, y deja de mirarme tan fijamente, es muy vergonzoso.

-Jajaja, tienes vergüenza, eso sí que no lo esperaba, Jajajaja.

Trihexa comenzó a reír haciendo enojar a Asuna aun más, por lo que ambos siguieron caminando con un destino incierto.

-¿Entonces ahora el Oppai dragón es un caballero del zodiaco?

-Si, escuché que porta la armadura de bronce con la constelación de Pegaso, es algo increíble.

Ambos escucharon esa conversación pero Trihexa estaba muy serio, no esperaba que su némesis ahora tuviera ayuda del Olimpo y si lo que decían es verdad, solo podía significar una sola cosa.

-Asuna, ¿Conociste en persona a ese héroe?

-No, solo supe que es pareja de una de mis primas, Rías Gremory, pero, ¿Porque me preguntas eso?

-Porque si lo que dicen es correcto, ese sujeto tiene una armadura muy peligrosa, pudiera tener un enfrentamiento directo con el Dios de la muerte, Hades.

-Se supone que ahora la mayoría de facciones tiene una alianza, no necesariamente tendría que haber una pelea.

-Si es como en la gran era mitologíca puede que así sea, independientemente de la época, esa armadura y sus portadores tiene. Siempre algo que ver con el Dios de la muerte, además parece que tendré que hacer algo.

-Eso es increíble, ¿Cómo sabes todo eso?

-Asuna, yo soy la bestia del apocalipsis, soy Trihexa.
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En un lugar lejano estaba Issei, mirando de frente a una montaña, tenía puesta su armadura de caballero, su prueba final de entrenamiento había llegado, con una mirada sería veía a su oponente, no siendo otro que el Dios de la Guerra, Kratos.

-Muy bien chico, hoy es tu último día, debo decir que eres impresionante, ya puedes controlar la armadura a voluntad, ¿Cómo te sientes?

-Como un Dios.
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