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En el pacífico reino de Auradon, la tranquilidad ha reinado desde que los cuentos de hadas llegaron a su final feliz. Los hijos de las princesas legendarias han crecido bajo esta paz, cada uno cargando con el legado de sus madres.

Felix, el hijo de la princesa Aurora, está destinado a convertirse en el futuro rey de Auradon. Su cabello dorado y su sonrisa cálida lo convierten en un líder natural, aunque su carácter compasivo a veces lo hace parecer demasiado blando para algunos. Hoy, es su gran día: anunciará su primera decisión real.

En el gran salón del castillo, las banderas ondean y los habitantes se reúnen, expectantes. De pie junto a su madre, Aurora, Felix respira hondo antes de dar el anuncio.

—Hoy, como próximo rey de Auradon, he decidido iniciar una nueva era de unidad. Todos merecen una segunda oportunidad, incluso aquellos que provienen de la Isla de los Villanos. Por eso, abriré las puertas de nuestra academia a los hijos de los villanos.

El silencio es sepulcral. Nadie lo esperaba. Aurora frunce ligeramente el ceño, pero no dice nada. Jeongin, el hijo de Cenicienta, parece horrorizado.

—¿Qué estás diciendo, Felix? —murmura Jeongin acercándose a él.

—Tenemos que darles la oportunidad de demostrar que son diferentes a sus padres —responde Felix con firmeza—. No podemos juzgarlos por sus orígenes.

Jeongin lo observa con incredulidad, mientras Seungmin, el hijo de Blancanieves, y Han, el hijo de Bella, intercambian miradas preocupadas. Ambos sabían que Felix era compasivo, pero esto parecía un riesgo demasiado grande.

—No es tan fácil —advierte Han, cruzándose de brazos—. Sus padres destruyeron reinos enteros. ¿Por qué crees que ellos serían distintos?

—Porque quiero creer que lo serán —responde Felix con una leve sonrisa—. Además, estarán bajo nuestras reglas.

Mientras tanto, en la lejana Isla de los Villanos, la noticia se propaga como fuego. En una oscura mansión, Hyunjin, hijo de Maléfica, observa con una mezcla de desdén y curiosidad. Su cabello largo y negro cae sobre su rostro mientras juega con su bastón mágico.

—Así que, el futuro rey quiere darnos una oportunidad... —Hyunjin sonríe, pero no es una sonrisa amable—. Qué ingenuo.

—Es una trampa, ¿verdad? —pregunta Minho, el hijo de Cruella de Vil, recostado en un sillón de cuero—. Seguro tienen algún plan oculto.

—¿Y qué importa? —interviene Changbin, el hijo de Gastón, levantándose de un golpe—. Es nuestra oportunidad para demostrar que somos más fuertes.

—Sí... pero a nuestra manera —responde Bangchan, el hijo de Hades, mientras sus ojos brillan con fuego—. No dejaremos que las reglas de Auradon nos dominen. Vamos a cambiar su mundo desde dentro.

Los cuatro se miran y sonríen. Para ellos, esto no es solo una invitación, es una oportunidad para vengar el exilio de sus padres.

De regreso en Auradon, Felix se prepara para recibir a los hijos de los villanos. Aunque sus amigos siguen preocupados, él está decidido. Una nueva era está por comenzar, pero ¿será para bien o para mal?

Herederos del destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora