Kakashi siempre había sido un buen ninja. Desde pequeño fue formado por un maestro inigualable, su padre. Conocía bien sus límites, sus movimientos, su fuerza, y la improvisación era un arte más que dominado. Se dio cuenta entonces, que toda la experiencia ganada tuvo un costo en su vida, y estas eran las relaciones personales. Amigos de la infancia, casi todos muertos... Quedaban entonces Gai y Kurenai. Anko había llegado sola. Y Yamato... Yamato era demasiado cercano para considerarlo solo un compañero (hasta el propio Kakashi se ofendia el titulo) pero había una barrera puesta entre ellos para llamarle amigo. Esa barrera era Iruka.
Habían pasado días después de aquel beso. Para Kakashi una eternidad. Se encontraba por primera vez evitando ver a Iruka, y cuando era estrictamente necesario el contacto, se dirigía a él muy fríamente. Y al parecer Iruka había tomado la misma estrategia.
Por primera vez se centraba en el trabajo para no recordar la situación en la que se encontraba. O al menos lo intentaba, hasta que una Anko agitada entraba en su oficina
- Ya no puedo seguir ayudándote, se cancela el plan
- ¿Qué acaso no te contó?
- Claro que me contó, lo dejaste con un colapso nervioso, Kakashi.
- Es un chunin, no debería sufrir colapsos nerviosos.
- Ahora juegas al hombre frío Kakashi.
- Es que ya lo entendí Anko, ya perdí toda oportunidad. Ni un beso fue capaz de despertar nuevos sentimientos en él- Kakashi comenzó a observar el pajarito de decoración que tenía en su escritorio- Esperaba de corazón que estos días terminaran con Yamato, pero ya veo que no sirvió de nada. Él ya escogió Anko, y yo solo debo aceptar.
- Pero que estúpido eres, Kakashi- Anko por primera vez en su vida salió de su oficina sin escándalo. Ya las cosas estaban dichas. Yamato e Iruka juntos por siempre. Le tocaría a él dar permiso para la adopción de niños, firmar el acta de matrimonio, todos esos trámites estúpidos que le corresponden a un hokage.
De pronto ve un papel en su escritorio. La invitación a la boda de Sai e Ino. Era algo que se veía venir pronto. Pensó en no ir, pero bueno, su ausencia no pasaría desapercibida, labores de hokage dicen.
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La fiesta de matrimonio fue casi tan grande como el matrimonio de Naruto. Claramente Sai e Ino no escatimaron en gastos. Kakashi se encontraba en una esquina sentado, bebía mientras observaba a la gente, esperando no encontrarse a la parejita de Iruka y Yamato. A lo lejos un borracho Naruto se acercaba.
- Hey, Kakashi sensei, que le paso, ¿por qué esa cara de caballo?
- Y te atreves a preguntar.
- Oiga yo sé que salió todo mal, ya sabe, con Iruka sensei, pero usted jamás se confesó.
- Ah y me echas la culpa a mi además.
- Pues claro, a usted le asustó el éxito kakashi sensei.
- Sabes ya estoy aburrido que todos digan lo mismo- respondió Kakashi tomándose su quinto trago de la noche- Si Iruka hubiese estado interesado se habría acercado sabes.
- Pero Kakashi sensei, Iruka sensei si se acercó a usted y usted actuaba rarísimo. Así quien como que se confiese.
- Ah, así que sabías sobre los sentimientos de Iruka
- Claro, él es como mi padre, obvio que conozco sus sentimientos
- ¿Y por qué no me dijiste Naruto?- Kakashi se sentía cada vez más con ira que con tristeza
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EL PLAN DE KAKASHI ... y Anko
FanfictionKakashi, junto a la ayuda no solicitada de la impredecible Anko, buscará la forma de recuperar y conquistar a quien amo toda su vida. -Segunda parte de "La confesión de Kakashi"-