-¿Qué? Pero... Eso es imposible.
-Lo sé, es difícil de asimilar, pero desde que Carlos murió me han pasado cosas completamente irreales. -Digo.
-Cuéntamelas. -Me exige.
Yo niego con la cabeza y digo:
-Pensarás que estoy loca.
"No lo estás, cuéntaselo, necesitas desahogarte, y todo lo que escuchas es real." -La voz de Carlos resuena en mi cabeza en el momento más inoportuno.
-Mierda. -Susurro agarrándome del pelo y estirando como si eso hiciera que las voces se marcharan de mi cabeza.
Miro hacia los lados pero no veo nada, ni rastro de Carlos.
-¿Silvia? ¿Que pasa? ¿Que hay? -Pregunta Blas y siento su atenta mirada sobre mi.
Niego con la cabeza rápidamente.
Silvia, deshecha esos pensamientos, Carlos está muerto, no vendrá, esto no es una película, es la vida real.
-Tengo miedo, Blas. -Digo mirándole fijamente.
-Yo también, y, Silvia, entiendo que pienses que la muerte de Carlos fue culpa mía, pero no lo es, no es de nadie, son cosas que pasan.
¿Qué?
-Repite eso.
-¿Son cosas que pasan? -Repite confuso.
-Si, eso, eso mismo.
Asiento con la cabeza rápidamente y continuo hablando:
-Eso... Lo dijo Carlos ayer.
-¿Qué? Él murió hace seis días.
-Me lo dijo, te juro por lo que sea que oí su voz hablándome.
-Estás completamente loca. -Susurra aún con la mirada fija en mi.
-¡Te dije que ibas a pensar eso! ¡Lo sabía!
-Tranquila, creo que desde que Carlos murió todos estamos un poco locos.
En mis labios se forma una sonrisa sincera al ver que no soy la única que no está completamente cuerda aquí.
-He roto con Lucía. -Suelta Blas de repente.
Miro sus ojos cristalinos y mi mano se entrelaza con la suya.
-¿Por qué?
Se encoge de hombros y dice:
-Sinceramente, no aguantaba más toda esta mierda.
Cuando le miro, siento unas ganas tremendas de comerle la boca a besos.
Y eso hago, por primera vez, me acerco a él y pego mis labios a los suyos.
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Mi historia con auryn -2 temporada-
FanfictionPodéis encontrar la primera temporada en mi perfil -Te quiero, Carlos, por favor despierta -digo cogiéndole de por los hombros y agitándole suavemente mientras las lágrimas recorrían mis mejillas- prometiste que no te irías nunca, no me dejes sola...