Mi historia con auryn -2 temporada-

Mi historia con auryn -capitulo 11-

-A si que Luke, eh. -Dice Carlos con una sonrisa sobre los labios.

Yo asiento aún sin creerlo, un niño.

Voy a tener un niño.

-Espero que no sea tan feo como tu. -Digo y Carlos me revuelve el pelo.

Después de unos segundos de silencio, el dice:

-Nunca pensé que tendría un hijo contigo...

-Y, ¿Por qué no? -Pregunto mirándole a los ojos.

Se encoge de hombros y rodea mi cintura con su brazo, me acerca más a él y nos tumbamos en la cama.

(...)

3 meses después

Bueno, aquí comienza el peor día de mi vida:

-Carlos... No puedo dormir... Demasiadas contracciones... -Digo.

El se da media y me mira, me rodea con sus brazos y yo me acurruco en su pecho.

-Duérmete, según lo que dice el médico... Solo quedan cuatro meses... -Dice, pero la voz le falla por el sueño.

-Claro, para ti es fácil, tu no llevas encima a un niño que no para de dar patadas. -Digo mirando como se le cierran los ojos lentamente.

-Quejica -Susurra y poco después se duerme.

Los minutos pasan y por mucho que cierro los ojos e intento mantener la mente en blanco no consigo dormirme, a si que me deshago de los brazos de Carlos que rodean mi cintura y salgo de la habitación sigilosamente.

En el salón me encuentro el desorden que montamos el día anterior celebrando los cinco meses de embarazo y los recuerdos me provocan una sonrisa.

Comienzo a recoger los vasos que están tirados en el suelo y coloco los cojines del sofá, pero no me da tiempo a hacer mucho más ya que Carlos sale del pasillo soltando un gran bostezo, se acerca a mi y deja un pequeño beso sobre mis labios.

-No hace falta que lo recojas, ya lo hago yo, vete a desayunar. -Dice.

-Estoy embarazada, no parapléjica, puedo hacer cosas, Carlos. -Digo con una sonrisa sobre los labios al ver que se preocupa por mi.

El me devuelve la sonrisa y me quita el cojín que tenía en la mano, yo pongo los ojos en blanco y me dirijo a la cocina para preparar el desayuno.

(...)

-Lo sé, Carlos, pero igualmente no me parece bien. -Digo apartando mi mirada de la suya y dándole la espalda.

-Es sólo una fan, no te enfades. -Dice cogiéndome por los hombros para que le mire a la cara- Vamos, Silvia, mírame, ya no eres una niña.

-Ya bueno, pero imagínate que ahora cojo yo un tío que me encuentro por la calle y le doy un pico poniendo como excusa que es mi fan, ¿Te gustaría? -Digo y el niega con la cabeza- pues ya esta, es exactamente lo que ha pasado, pero, claro, siempre tengo que salir perdiendo yo.

-¿Sabes qué? Que te den.

Se da media vuelta y se va en dirección al coche, muy bien, Silvia, has conseguido acabar con cada gota de su paciencia.

Oigo el motor de su coche rugir y alejarse, ¿Enserio me va a dejar aquí tirada?

Me alejo del lugar en el que ha transcurrido la pelea y me siento en un banco.

Puede que mi reacción haya sido exagerada, pero, ¿Cómo se puede besar con una fan? Esto es increíble, y además en toda mi cara, como si yo no estuviera delante.