Cuando cae la tarde,
las sombras toman el cuarto
como raíces que no preguntan.Las flores en primavera
no alcanzan esta orilla,
se abren lejos,
tan lejos como el murmullo del reloj.El tiempo pasa rápido,
dicen,
como un río furioso,
pero yo soy la roca,
la piedra atrapada
en un fondo que no cambia.Mi mente se quedó estancada
en algún lugar sin nombre,
un rincón donde los días
no saben avanzar
y la luz se disuelve
antes de llegar.Cuando cae la noche,
me visto de silencio
y dejo que el mundo pase,
sin pedirme nada.