Capítulo 15: Y Dondequiera que Podríamos Ir

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Domingo 4 de agosto de 2002

Algún tiempo después estaban completamente vestidos.

Rukia llevaba un chino cheongsam en azul más oscuro con un estampado de mariposa ultramarina y una brillante tubería amarilla junto con sus talones y brazalete, y se había puesto un poco más de maquillaje, el cambio más notable era el delineador de ojos más pesado y la sombra de ojos que estaba salpicada de oro. Una vez más, todo el conjunto parecía llamar la atención sobre sus ojos.

Ichigo llevaba un traje negro de tres piezas de tres botones con una camisa de vestir de color jade y una corbata offset, intrincadamente estampada en tonos dorados con rastros de naranja y jade que se unían con la camisa y su cabello. Una vez más tenía un cuadrado de bolsillo a juego y conservaba el mismo reloj, cinturón y zapatos.

Ella pensó que parecía mucho más imponente que antes, como un empresario inusualmente joven en lugar de un modelo moderno. Descubrió que parecía mucho más exótica, como una misteriosa extranjera en lugar de una socialité de moda. Como había predicho, ver la transformación había sido tan sorprendente como verlo todo a la vez, aunque de una manera diferente. Hubo menos conmoción repentina al verse unos a otros tan diferentes, y más una maravilla al venir a verse llenar sus trajes elegidos y hacerlos suyos. Se pararon junto a la puerta uno con respecto al otro por un tiempo. Ninguno de los dos pudo superar el cambio que fue al ver al otro completamente desnudo de nada.

"Entonces, Kuchiki-dono, ¿dónde has hecho nuestras reservas esta noche?" finalmente preguntó con reserva mientras le abría la puerta.

"Chinaroom", dijo simplemente, liderando la salida. Otro de los restaurantes del hotel, se enorgullecía de un toque de ambiente exclusivo y moderno combinado con clásicos chinos relativamente tradicionales, aunque afinados. Rukia lo había elegido porque nunca había tenido comida de otro lugar y estar en Tokio le había dado algo de entusiasmo por la exploración culinaria.

Ichigo lo siguió y se dirigieron a los ascensores para ir al 6to piso.

Descubrieron que había estado nublado todo el día y había llovido ocasionalmente, por lo que al confirmar sus reservas optaron por sentarse adentro solo para saber que de todos modos no había asientos afuera. Aunque estaba más ocupado de lo que había estado Oak Door, debido quizás al día y la hora, sus apariciones una vez más llamaron la atención del personal de espera y servicio. Después de declinar los alojamientos de comedor semiprivados, fueron llevados a una mesa junto a la ventana durante cuatro a la vista, pero aún así algo separados del resto del restaurante. Ichigo sacó la silla de Rukia por ella y se sentaron uno frente al otro. Pidieron agua mientras consideraban sus menús.

"Cada vez tenemos la sensación de que estamos siendo utilizados como una obra maestra?" Ichigo preguntó en voz baja, sin mirar hacia arriba de su copia. Estaban dibujando miradas tanto para su vestido quizás temáticamente apropiado como para sus características; los ojos de Rukia y el cabello de Ichigo los marcaban dondequiera que iban. Que parecían simbolizar los valores duales del restaurante no se perdió en ellos.

"Solo llévalo con gracia y tómalo como un cumplido", respondió Rukia con calma.

La miró antes de volver a considerar el menú. "No hay alcohol esta vez."

"Desgastándolo?" ella bromeó suavemente.

"No, es simplemente innecesario y arriesgado", dijo firmemente. No necesitaría fortalecer sus nervios por lo que quería decir de todos modos.

Se fueron a la carta y ordenó albóndigas de cerdo al vapor dim suma como aperitivo junto con algunos pu'er té. Ichigo recibió carne de res japonesa rallada frita con pimientos, mientras que Rukia obtuvo la olla caliente china, que incluía varias carnes y mariscos. El dim suma llegó en breve con el té, aparentemente con una gran demanda, y lo comieron felizmente. Había tres y dividieron el último —, su decisión de tener una cena ligera la noche anterior había vuelto para perseguirlos a ambos.

Demonios del sol y la luna -HIATUS-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora