Demonios del sol y la luna -HIATUS-

Capítulo 16: Me alegro de que Casi Lo hayamos Hecho

Lunes 5 de agosto de 2002

Rukia se despertó con leve irritación por el sonido de la alarma del teléfono de Ichigo y más aún a él cambiando para conseguirlo y apagarlo. Todavía estaban ligeramente entrelazados, aunque una vez más había empujado su cara contra su cuello y pecho. Pronto regresó a la posición en la que había estado anteriormente contra ella y ella suspiró para hacerle saber que ella también estaba despierta. Ella sacó la cabeza de contra él y la levantó junto a la suya en las almohadas que compartían, mirándolo.

Parecía cansado, pero la estaba sonriendo débilmente. "Podemos dormir un poco más, ya sabes."

"Realmente deberíamos levantarnos", reprendió sin ninguna severidad, y agregó "¿Qué hora es de todos modos?"

"8:30 AM", dijo. Se cepilló ligeramente uno de sus brazos "Dormir bien?"

"Mmhmm", dijo con una sonrisa seductora, "parece que eres un encanto protector bastante bueno."

Ichigo le sonrió más antes de apretar un poco su brazo "Tendría que ser tu héroe, hmm?"

Rukia cruzó los brazos y adoptó una expresión de put-out, dejando que su voz traicionara fue un acto mientras decía "Nunca vas a dejar ir eso, ¿verdad?"

"No", respondió, "pero no te sientas mal porque siento lo mismo por ti."

Ella parpadeó en confusión, aún no lo suficientemente despierta como para siquiera fingir adivinar lo que quería decir.

Se levantó la mano y se cepilló el pelo en su lugar desde donde dormir lo había despeinado. Su pensamiento incompleto de su cena juntos estaba de vuelta en su mente. "En cierto modo eras mi héroe antes de que yo fuera tuyo. Me mostraste una manera de cambiar las cosas, así que supongo que tenía un buen modelo a seguir para aprender." Con eso se sentó.

Se puso un poco rosada ante eso y el significado más profundo detrás de él antes de sentarse a su lado. La luz que entraba en la habitación estaba limitada durante una hora y vio que era porque estaba bastante nublado afuera, la luz del sol bajaba con rayos dramáticos. De repente recordó que habían enviado el informe y encontró a su localizador de almas. No había mensajes nuevos. Lo habían enviado tarde, así que tal vez solo se estaba recibiendo y procesando o tal vez no había una gran necesidad de responder. "Hey, vístete."

"No quieres ir primero?" preguntó.

"Estoy bien", respondió ella. "Verificaré el clima y reduciré a dónde podríamos ir hoy mientras estés allí."

Ichigo asintió distraídamente y se levantó sin quejarse, consiguiendo algo de ropa y dirigiéndose al baño.

Rukia se ocupó de sus planes declarados y también movió su cama de nuevo en su lugar, ya que eran más propensos a dormir uno al lado del otro o a dormir por separado con contacto sobre ambos que a tener que juntarlos. Ella escogió su ropa, descubrió que no se esperaba que lloviera, y estaba mirando los planes de viaje que había preparado cuando él volvía a salir, aparentemente habiendo decidido moverse rápidamente.

"Todo tuyo", declaró.

"No se espera lluvia", dijo, "y pensaré un poco más sobre dónde podría ser mejor ir", pasando junto a él y cerrando la puerta.

Ichigo recogió su buscapersonas del alma y revisó los planes para formar sus propias opiniones. Los había reunido sobre la base de lugares estrechamente ubicados en los que ambos habían estado interesados. Después de mirarlos, pasó algún tiempo memorizando las letras de su canción de karaoke y luego salió a la sala de estar y encendió la TV, considerando las películas que se ofrecían. Sintió que debía haber algo que les gustaría a ambos y hasta ahora no se veía probable que fuera otro romance o comedia— encontró a la primera con demasiada frecuencia schmaltzy y a menudo se perdía con la segunda debido a la gran dependencia de la cultura moderna y las referencias. ¿Consideró la sección de acción ya que muchas de sus experiencias juntas giraban en torno precisamente a esa — tal vez que mantendría su atención por igual? Estaba considerando los listados y estaba bastante seguro Die Hard sería un ganador—lo había visto una vez antes y recordaba que le gustaba mucho—cuando hubo un golpe en la puerta.