8-Estoy a tu cargo.

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Abraham

-Acaso me has preguntado si puedes ir?-digo.

-No tengo porque pedirte permiso, ni eres mi padre ni decididas por mi.-dice sacando su orgullo a la luz.

-No vas a ir a ningún lado, que te quede claro.-le digo bajando sus humos.... Obcion enquivocada.

-¿Perdona? ¡Ya te he dicho que no vas a daeme ordenes iré con y donde quiera! ¡Así que Me esta esperando Ali, aparta de hay!-grita.

Su teléfono suena y ella se apresura a cojerlo. No oigo lo que la persona dice pero en la pantalla ponía "Ali" así que sera una de sus amigas.

-Ya voy Ali, esque es indiota de mi.... ¡Que!... No me jodas... No, no es justo... Pues como comprenderás sola no voy a ir... Siempre te castigan en el momento justo... No no pasa nada... Que te sea leve... Adiós.-habla por teléfono, y deduzco por sus palabras que se le ha jodido el plan.

Tarda segundos en colgar el teléfono y volver a dirigirse a la puerta.

-¿Donde vas ahora?-digo frenando sus pasos.

-Mira hoy es viernes, estoy areglada y me voy de fiesta, es sencillo.-dice intentado apartarme de la puerta, cosa que obiamete no consige.

-Pués mira, estoy a tu cargo y hoy es viernes y no vas a salir.-Vuelvo a intentar ponerme al mando de esta situación pero esa chica tiene demasiado orguyo como para dejarse vencer tan rápidamente.

-Que te quede bien claro que yo no voy a obedecerte.-me suelta y vuelve a intentar hacercarse a la piertar.

Vale si estas son tus reglas, jugaremos a este juego. Me dice mi subconsciente.

-¿Porque no nos quedamos tu y yo aquí en casa?-digo a buenas.

-¿Porque no te pierdes?-me responde encantadora.

Pues a malas sea dicho.

-Pensándolo mejor,-me acercó a ella. Vamos a quedarnos aquí viendo una película, los dos juntos...-susurro en su oído mientras se estrmece cuando me nota cerca.

-No quiero ver una película.-dice con un hilo de voz debido a mis caricias.

-Pues nos vamos tu y yo de fiesta.-muerdo el óvalo de su oreja y gime. ¿Eso es un si verdad?

Vuelvo a chupar suavemente su cuello dejándole una fine marca como la de esta mañana. Ella vuelve a gemir. ¡Dios! Esto me encanta.

-Me tomare eso como un si.

Subí a mi habitación no sin antes cerrar con llave la puerta para asegurarme de que Carla no saliera. Me puse unos pantalones vaqueros y una camiseta blanca. Baje donde me esperaba con cara de pocos amigo.

-Negaré haber salido con mi niñero el resto de mí vida.-me dijo.

-Ya verás como te vas a divertir.-le digo habiendo la puerta.

Subo a la moto y ella sube detrás. La conduzco hasta un centro comercial.

-¿Donde coño vamos?-pregunta cabreada.

-Yo te he dicho que saldríamos no que iriamos de fiesta.-aclaro, su cara se torna un poema.

-Espera, espera que me centre. ¿Me has tsido a un centro comercial, un viernes por la noche?-asiento con la cabeza y tiro de su mano hasta el cine que se encuentra en la parte alta del centro.

-Almenos me dirás que hay algo abrierto...-suspira mientras camina a mi lado.

-Si el cine esta abierto.-digo cuando llegamos a la puerta de este.

Entramos o bueno prácticamente la arrastro al interior.

-¡Para esto nos podíamos haber quedado en casa!-dice cabreada.

-Venga que te dejo elejir película.-río.

Tras mas de una hora discutiendo con esta niña malcriada que me saca de quicio entramos a ver una comedia romántica. Lo sé. Hice mal al dejar que ella elijiera la película.

O bueno no tan mal... La película es divertida. Te ríes mucho la verdad. Parece que ella se lo esta pasando bien. Al principio se negaba en completo a acercarse o simplemente mirarme. Finalmente he conseguido que ría feliz y que coma unas pocas de las palomitas que había comprado para los dos.

Salimos de la película y juraría que esta sonriendo. La miro mientras comina y juro perderme en la infinidad de sus labios. En el frescor de su risa. En su mirada pérdida.

Llegamos de nuevo a la moto son las 2:30 de la madrugada, creo que ya es hora de volver a casa...

-Me lo he pasado... Bien-dice en un susurro esperando que no lo oiga.

-¿Solo bien?-preguntó.

-Si, por ahora no te voy a dar le placer de pasártelo muy bien conmigo.-dice giñandome un ojo.

Sube las escaleras. Puede se tenga la mirada perdida pero tiene un culo fantástico. Y cuando va con el uniforme del instituto me encanta, esa falda plisada azul con cuadros. Y la camiseta blanca que obligan a llevar.

Subo poco después que ella a mi habitación. Me pongo mi pijama que consiste básicamente en unos pantalones de deporte. Me acuesto en la cama y dejo que mis párpados se cierren inundando mi cuerdo de una tranquilidad sobre humana llamada "Sueño"

Mi NiñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora