Capítulo 6

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El ambiente en Rocadragón es muy tenso. La familia real esta inmensa en su dolor por la pérdida de la reina Aemma Arryn y el príncipe Baelon. Pero Saenna podía notar lo que la familia real no quería ver, los lord's llenos de ambición. Todos los vestidos de las damas son de un color negro por el luto, pero dejan ver un poco de hombro o un escote algo más marcado esperando llamar la atención del rey.

Pero la amante del príncipe Aelor sabe que eso lo hacen los padres desesperados por poner su sangre en el trono, los más inteligentes esperarán al menos devolverse a la corte en Desembarco del Rey donde podrán obtener mejores resultados o un bastardo del mismo rey.

—Mamá, aquí hay poca arena —se queja Saenna.

—Casi todo son rocas, por algo se debe llamar Rocadragón —asimila Vamarr.

—Quédense en silencio —les pide su madre —Deben mostrar respeto por la pérdida de la reina y el príncipe.

Los niños asienten mientras se ponen delante de su madre que coloca sus manos sobre los hombros de estos para poder mantenerlos quietos. El luto en cada persona es diferente, pero en los niños es aún más al no poder entender del todo lo que sucede o quizás si lo hacen y solamente su mundo sigue girando sin problemas.

Aelor está a un lado de su padre que solloza en el hombro de la princesa Rhaenys, su única sobrina nieta con vida. Probablemente el príncipe viejo Aenar es el más ruidoso en el lugar, pero nadie le dice nada al comprender su dolor. Nadie ha enterrado -o bueno, incinerado- tantos familiares como él.

Syrax es la dragona designada para quemar las piras y por ende los cuerpos de los difuntos. Los demás dragones miran desde montedragón sintiendo como la sangre Targaryen se empieza a desvanecer de apoco. Rhaenyra juega nerviosa con sus anillos mientras espera que su padre se acerque a ella y le diga algo, que le ordene algo, pero simplemente se queda mirando los cuerpos envueltos en las finas telas. La princesa sabiendo que Aelor nunca la dejaría sola le da una mirada como si le estuviera pidiendo ayuda a lo que el príncipe sin dudarlo se acerca a ella tomándola de la cintura para darle un leve abrazo y separar sus manos en un intento de calmarla.

Tú puedes, Nyra —la alienta en el idioma que solo los de la sangre del dragón pueden hablar con tanta facilidad, como si nacieran sabiéndolo.

Y eso era todo lo que la princesa necesitaba. No necesitaba las palabras confusas que su tío Daemon se suele dar o el apoyo interesado de los nombres, solo necesita a Aelor, a su Aelor. Y en la seguridad de sus brazos se deja a sí misma despedir a su madre y a su hermano.

Dracarys.

Una palabra que Syrax rápidamente entiende por lo que empieza a bajar con elegancia la pequeña colina para abrir su hocico dejando ver el fuego preparándose para salir. Al Rhaenyra apartar la cara por el calor solo puede ver los ojos amatistas eléctricos que le dan una seguridad muy grande.

A Rhaenyra siempre le ha parecido muy apuesto el príncipe Aelor, siempre le ha gustado la manera en que trata a sus niños y cuida de su padre, como suele ir en ayuda de su hermana sin dudarlo cuando esta se lo pide. Lo más probable es que todos sus sentimientos salieran a flote por el miedo de perderlo a él, por el miedo de que su propio padre, el rey, se trate de deshacer de ella y la cambie por hijos dados por una segunda esposa.

—Mira —Aelor señala hacia Syrax.

La dragona de escamas amarillas deja que un halcón blanco con las alas de un tono celeste bien claro. Para Rhaenyra es un mensaje de su madre, de que no la ha abandonado y no lo hará.

El fuego consume las piras funerarias como solo el fuego de un dragón puede hacerlo. De alguna manera el destino de la casa Targaryen y sus cercanos siempre mueren de una manera trágica, y terminan siendo consumidos por el fuego de un dragón. Fuego y sangre.

Cuando lo único que queda de los cadáveres son cenizas que empiezan a ser removidas con cuidado por la servidumbre designada para que luego las depositaran donde las demás cenizas de los difuntos Targaryen, el rey Viserys se retira sin decirle nada a nadie y con eso las demás personas siguen su ejemplo.

La princesa Rhaenys al ver que los hijos de Aelor quieren acercarse a su padre y por ende a la princesa Rhaenyra, se adelanta para tomarlo de sus hombros. Se agacha a su altura y les da una leve sonrisa.

—¿Quieren acompañarme a recorrer el castillo? Les mostraré el cráneo de Meraxes.

—Ya hemos visto ese cráneo muchas veces, princesa —responde Saenna.

—¿Y quieren acompañarme a ver a Melys de cerca?

Ambos hermanos se miran emocionados y le asienten a la princesa para ir con ella tras un leve asentimiento de su madre. Mientras los niños se retiran Saenna se acerca de manera disimulada a Alicent quien se le nota sus celos llenos de envidia hacia la princesa.

—Eres la dama de compañía más cercana de la princesa, se podría decir que son amigas.

—Somos amigas.

—¿Entonces porque tanta envidia?

La pelirroja mira molesta a la de cabello rubio rojizo sucio.

—Deberías hablarme de manera formal. Yo soy una lady, la hija de la mano del rey y tú eres una... —mira con cierto desafío a la amante oficial del príncipe Aelor. Saenna espera que diga la palabra que sabe que saldrá de su boca —la puta del príncipe Aelor.

Suelta una pequeña risa la mayor, no era la primera vez que la llaman así y no será la última. Sabe que su madre solía vender su cuerpo y quizás lo siga haciendo en secreto, pero ella nunca lo hizo.

—Yo soy la madre de los hijos del príncipe, tú eres la amante. Te llamaría puta como me llamaste, pero Aelor no nos paga a ninguna de las dos —Alicent la mira asombrada, no sabía que esa mujer supiera de su intimidad con el príncipe y si se lo dijera a alguien más o empezará algún rumor podrían arruinar su vida —Quizás con el tiempo también le des un par de hijos y dejes de ser un secreto.

—El príncipe me ama.

—Por supuesto —sonríe divertida —¿Cuándo será la boda?

Alicent se queda en silencio sabiendo que Aelor no tiene intenciones cercanas de pedir su mano. Molesta con los labios fruncidos se retira del lugar sin importarle que debía esperar a Rhaenyra como su rol en la corte dictaba. 












***

De poco en poquito salgo del bloqueo de escritor. Espero les guste.

Una cosa que quizás se estarán dando cuenta en los capítulos es que Saenna y Aelor no se aman de manera romántica, quizás lo hagan de manera sexual, pero su relación es más un medio para un fin debido al futuro catastrófico del que son conscientes. En futuros capítulos iré aclarando algunas acciones de ellos, como el porqué tienen hijos (ya que Saenna no es naturalmente fértil (Luego indagaré en eso)) y porque pueden elegir el género de estos.

【Sand Dragon】-ʜᴏᴛᴅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora