Soy hermano de una zorra | Troublemakers [En edición]

11. Leche solitaria

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11. Leche solitaria.

A eso de las 10 am, ya estábamos en casa de Alex. Llevamos a Becca a su casa y habíamos llamado a nuestros padres para poder quedarnos en casa de Alex hasta mañana, a excepción de Javiera, que tiene que volver a su casa antes de que anochezca.

El cansancio era tanto, que solo llegamos a dormir. Yo me tumbe en el sofá de la sala, Esteban y Mia en el piso frente a mí. Catalina y Javiera en la habitación de los padres de Alex, el cual durmió en su cuarto y Nicolás, no sé dónde cojones se metió.

No tengo ni la menor idea cuanto habremos dormido, pero cuando desperté, Esteban y Mia estaban viendo y cantando una serie de televisión del Discovery Kids, llamada Peg + gato.

—Peg mas gato, Peg mas gato —cantaban ambos mientras estaban sentados en el suelo viendo la pantalla —, 1, 2, 3, y adelante va. 4, 5, 6, ¡hey! ¿Cómo lo ves? 7, 8, 9, sé que hay después.

—10 —canto Esteban.

—10. Así es —confirmo Mia.

Por favor, díganme que es un sueño.

—Somos dos. Lali lari la. Solo dos. nani nani na —cantaron ambos.

—Somos Peg más... —canto Mia.

—Gato —canto Esteban alzando los brazos.

—Somos Peg más...

—Gato.

—Somos Peg más...

—Gato.

—¡Somos Peg más gato! —gritaron y luego rieron falsamente como las risas del programa.

—¿Se puede saber que cojones están haciendo? —dije apoyándome en los codos.

—Estamos cantando la canción de Peg + gato —dijo volteando a verme con una sonrisa —. ¿Y tú, qué haces?

—Vuelvo del país de los sueños, gracias a su canto —dije sentándome.

—Agradece que no fue la intro de My Little pony —dijo volteando a verme serio.

—¿Debería estar agradecido por qué fue esa?

—Sipidipi —canturreo Mia.

—Entonces gracias —me levante y me estire.

Busque mi chaqueta con la mirada, hasta que la vi en el sofá, justo donde tenía mis pies. Saque mi celular del bolsillo y lo desbloque para ver la hora.

4.25 pm

Chemimare

Mi estómago gruño declarando que quería algo para alimentarse.

Decidí subir para buscar a Alex. Subí las escaleras corriendo lo más rápido posible. Llegue a la puerta del cuarto de Alex y la abrí, examine por toda la habitación, pero no estaba ni la sombra de Alex.

—Qué extraño, ayer dijo que dormiría aquí —susurre.

Fui a la que debería ser la habitación de sus padres para hablar con alguna de las chicas. Pero para mi sorpresa la puerta estaba cerrada con seguro por dentro.

Fruncí el ceño y me aleje.

Habían como 15 puertas más en todo el pasillo, y ni crean que buscaría en todas, solo una y nada más.