Capítulo 30: Ya no es lo mismo, Zoe.

5K 460 103
                                    

X:

{Mañana cenaremos con Paula, invita a tu novia} – de Tío D a las 19:00 hs.

{¿Por qué tanta curiosidad de conocerla?} – Tú a las 19:10 hs.

Una habitación sucia con escasa luz, objetos abandonados y una silla de por medio. El muchacho de pelo castaño un tanto agotado dejo a un lado sus lápices de dibujos y su teléfono a la vez, y se dispuso a toma un vaso con agua. Un golpe sordo lo hace mirar hacia la puerta, encontrándose con la mirada de decepción de una castaña. Se estremece.

— ¿Sucede algo? —cuestiona al mirando con confusión a la recién llegada.

Ella suspira con pesadez.

—Sucede que me has mentido.

Charlie se pone tenso de repente ¿De qué modo le ha mentido? Aleja su vaso con agua para escrutar seriamente a la chica ¿A qué se refería? Ella rodo los ojos, intentando no llorar agarra una silla que se encontraba enfrente del escritorio del muchacho, con una voz algo rota prosigue hablando.

—Erika no conoce a mi madre. Ella no sabe lo que ha pasado—Verónica comienza a temblar de enojo—¡Ella no sabe que en esa maldita cabaña donde su madre se encontraba secuestrada murió mi madre! ¡Ella no lo sabe!

Verónica empezó a elevar la voz, mientras tanto Charlie se limitaba a mirarla, pensando correctamente en las palabras que utilizaría. El tema de su madre era algo frágil que se debía tomar con delicadeza, como un diamante el cual se está siendo robado de un banco, tan frágil que si lo rompes causaría que la alarma del banco sonara, llamando a los policías. En este caso, la rabia de Verónica.

—Tranquila, cielo. Yo no tenía la menor idea.

— ¿Cómo que no tenías la menor idea? ¿Acaso me estas tomando el pelo?

Verónica se levantó de la silla, apoyando sus dos manos sobre el escritorio de Charlie. Su posición lucia amenazadora, con las ganas de saltar sobre aquel chico y estrangularlo. Charlie trago saliva.

—Solo te digo la verdad, Verónica. —pronuncia el con voz ronca—No tengo ni la mínima idea del porque ella no recuerda lo sucedido.

Y él estaba en lo cierto.

Charlie se levantó de su asiento y coloco sus dos manos sobre los hombros de Verónica, incitándola a sentarse en su silla. Como buena sumisa ella lo hizo. Charlie dio la vuelta de la silla, conectando la mirada de el con la de ella. Una pequeña sonrisa se escapó de los labios de Charlie.

—No te pongas tensa, mi amor—sus labios se pegaron sobre su mejilla para luego moverse a sus labios—. Tu sabes que esta es nuestra venganza, así que si mi tío hizo algo que Erika no recordase yo le hare pagar.

El revisa su celular.

{Porque es tu novia, tengo derecho en conocerla. Técnicamente soy tu padre} - de Tío D a las 19:37 hs.

{Me da igual, solo nos une algo y tú lo sabes} – Tú a las 19:37 hs.

La chica castaña suspiro y elevo sus manos a la nuca de su novio, para así atraerlo más a ella. Se fundieron en un lento beso, uno pausado y sin interrupciones. Charlie se alejó de ella cuando pensó que debía de analizar la situación, Verónica molesta no reclama, pero se queda con el ceño fruncido sobre su novio.

"Erika realmente no recuerda nada" Pensó Charlie mirando algún punto oscuro de la habitación, recordando aquella noche donde apareció de repente en la fiesta donde se hallaba Erika. Ella realmente lucia confundida, sin entender de que iba todo y al parecer tampoco recordaba que Alan fue su amor de primaria ¿Cómo iba a olvidar algo como eso? Debía de haber una manera.

Girl Almighty >>niall's daughter 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora