El Secreto Desvelado

capítulo 16

"¿Qué coño hacen ustedes dos aquí?"

Larkins se sorprendió al ver a Subaru y Reinhard tan aturdidos. Ambos parecían haber corrido una maratón. Por supuesto, el aspecto desaliñado de Reinhard no era algo a lo que Larkins estuviera acostumbrado, lo que le dejaba con preguntas aún más urgentes.

"Larkins. . !"

Subaru se quedó paralizado, olvidándose de la presencia de Larkins en la plaza. Actualmente tiene dos objetivos: derrotar al arzobispo y rescatar al rehén. Las limitaciones de tiempo también eran una consideración importante. Con el ataque a solo unos minutos de distancia, ¿sería mejor informar a Larkins de la emboscada y luego hacer que él alejara a la multitud, probablemente incitando a Sirius a actuar antes, o debería esperar y usar este tiempo para preparar su propio ataque sorpresa?

—¡Maldita sea! Si nos hubiéramos ido antes, probablemente podría haber evacuado la plaza de una manera que no despertara sospechas, pero tal como están las cosas actualmente, cualquier movimiento extraño corre el riesgo de delatar nuestro plan... No tengo dudas de que Reinhard puede ganar en una pelea uno contra uno, pero perder el elemento sorpresa casi con certeza resultará en grandes bajas. ¡Realmente no tenemos muchas opciones aquí... !

Subaru no esperaba tener un tercero a quien darle órdenes, pero, de todas formas, no era algo por lo que debiera lamentarse. Incluso si eso significaba perder su ocultación, una situación en la que pudieran eliminar a una parte considerable de los transeúntes era mejor para ambos.

"Es lamentable, pero creo que es nuestra única opción".

Reflexionó sobre esto en voz alta, sin darse cuenta por un momento de que sus pensamientos no eran compartidos por sus dos compañeros.

"Bueno, esa no es una manera de saludar a alguien..."

"Sí, admito que incluso yo no estoy seguro de cómo interpretar tal declaración, Subaru..."

Subaru se giró y vio a un Larkins furioso y a un Reinhard que sonreía torpemente. No era extraño que Subaru dijera cosas sin que nadie se lo pidiera, pero en este caso era bastante preocupante.

-Bien ... Sólo porque sepan mi secreto no significa que sepan lo que yo sé ...

"N-no es nada... Es solo un mal hábito mío... Más importante aún, tengo un plan para atraer al enemigo, así que me gustaría conocer vuestras opiniones".

Reinhard asintió con la cabeza mientras la expresión de Larkin cambiaba a una de confusión. Era natural considerando la brusquedad de su llegada y el aire generalmente pesado que los rodeaba.

"¿E-enemigo? ¿Estás hablando de mí? Ya me disculpé por ese malentendido antes, ¿¡qué más quieres de mí!?"

Larkins, al ver las miradas solemnes de Subaru y Reinhard, supuso que ambos planeaban llevar a cabo más represalias por el asalto de su banda a Subaru en la capital. De alguna manera, Lady Felt se había enterado durante el viaje en carruaje a Priestella, lo que había resultado en un par de días muy tumultuosos.

"E-Es un poco engañoso llamar a eso un 'malentendido'... ¡Espera! ¡No, eso no es lo que vinimos a discutir aquí!"

Subaru agitó violentamente su mano libre mientras hablaba, tratando de demostrar que no tenía malas intenciones. Reinhard, por otro lado, miraba hacia la torre del reloj con una expresión triste. Era evidente que ese tema todavía le resultaba doloroso.

"El Culto de la Bruja está a punto de atacar esta plaza en un par de minutos... Necesito que comiences a evacuar a todos antes de que este lugar se convierta en un campo de batalla".

El rostro del ladrón adoptó una tez blanca fantasmal. Incluso con el Santo de la Espada justo frente a él, la perspectiva de un encuentro con esos carniceros era suficiente para hacerle castañetear los dientes.