El contrato.
Capítulo 40.
"Mi verdadero yo".
—La entrevista estuvo muy bien chicos, ahora a descansar y después los quiero en el estadio—dice Scooter.
—Sí Scoot, yo también te quiero—bromea Justin.
—Muy chistoso, adiós chicos.
En cambio de una limusina esta vez nos busca una camioneta, si me pagaran por cada vez que tengo que usar lentes o esconder mi cara de los paparazis...
—No sabía que hubieras salido con el señorito—dice Justin.
Río con él, bueno, puede ser que Paul se peine y perfuma demasiado y elija ropa un tanto... femenina, pero eso no significa nada.
—No seas malo—digo.
—Ya, perdón. Pensé que no habías tenido muchos novios.
—Vaya Justin, no pensé que era tan fea.
—No me malinterpretes, empezaste tu carrera muy joven igual que yo, es difícil concentrarse en otras cosas que no sean ensayar y dar lo mejor de ti.
—Concuerdo contigo, y no, no tuve muchos novios. ¿Qué canciones cantarás en la noche? —cambio de tema, no quiero hablar de mis relaciones amorosas, porque implicaría hablar sobre Diego, un tema totalmente privado y secreto.
(*)
—Tomaré una siesta, ¿Me puedes despertar en dos horas? —Justin habla mientras se saca su remera gris.
«Ese six-pack...»
—Claro, ¿No vas a comer?
—Prefiero hacerlo cuando me levante, pero si quieres puedes pedir servicio a la habitación.
—No, el día está precioso, prefiero salir a comer al restaurante de enfrente y dar un par de vueltas.
— ¿Sabes que eso es imposible no?
—Al contrario tuyo, no van a venir una multitud de fans a verme, a lo sumo me pedirán autógrafos y fotos varios admiradores, y no tengo problema en darlos. Además, no conozco esta ciudad.
— ¿Primera vez en Irlanda?
—No, vine a Shannon de niña con mis padres.
—Bueno, que te diviertas.
—Claro, nos vemos.
(*)
Terminó de pedir mi comida al camarero y me concentro en el increíble paisaje que tengo frente mío. Irlanda es preciosa. Saco mi celular-por suerte Scooter nos consiguió cargadores-y me tomo una selfie. La subo a instagram y escribo "Estoy aquí, en el país verde". Sigo sacando fotos del lugar y me deleito con la comida. Me gustaría que Justin estuviera aquí conmigo, o alguien, para no sentirme tan sola. Pienso en mi vida y lo que ha sido de ella y me doy cuenta que me falta adrenalina, emoción, vivirla como alguien de mi edad. Tengo que salir más y no cerrarme tanto, sí, eso haré.
Doy un último bocado a mi porción de torta de cambur y pago la cuenta. Paseo por las calles que rodean el hotel con Hugo detrás de mí y decido que es hora de volver al hotel, espero que Justin se haya despertado.
— ¡Dios! ¡____ Lovato! —volteo al escuchar mi nombre.
Dos adolescentes muy lindas están emocionadas por verme, y eso me hace feliz.
—Hola chicas—saludo.
— ¿Nos darías tu autógrafo? —pide una.
—Claro—digo agarrando el papel que me da y firmando.
