Capítulo 28.

419 14 0
                                    

El contrato

Capítulo 28.

1/2.

{_____}

Estoy agotada pero conforme, las escenas quedaron fenomenales. Mis compañeros de elenco iban a celebrar en un bar con un par de tragos, pero yo pasé. Justin me espera y no sería justo dejándolo esperar por más tiempo.

Tomé un taxi y me dejo en la parte trasera del hotel. Subí cansada por el elevador y ahora estoy caminando, prácticamente arrastrándome hacia la habitación.

Introduzco la tarjeta y entro. Todo está silencioso, solo se escucha el sonido del agua caer, desde el baño. Justin debe estar bañándose.

Me quito los zapatos y gateo hasta el baño, abro silenciosamente la puerta y dando unos pasos más abro la suave cortina del baño. Lo que veo me deja estática.

Lucho por que las lágrimas no salgan, es todo. No puedo más, llego al límite.

— ¿Interrumpo? —pregunto haciendo que los dos cuerpos que se encuentran en la ducha se despeguen uno del otro rápidamente.

—____... yo—Justin empieza a explicar.

“Yo no quería mi amor, es que me dejaste solo y esta puta barata estaba dispuesta a satisfacerme”.

Juro que si llegaba a decir algo por el estilo le iba a cortar sus pelotas.

Lo callo con mi mano. Ashley solo se limita a mirar con una sonrisa maquiavélica en su estúpida cara.

—Vete—digo fríamente—la próxima vez que no esté yo misma te llamo.

Ella abre más sus ojos, atónita.

—Estamos empatadas—sonrió irónicamente, ella sabe perfectamente de que hablo.

Molesta, sale de la ducha, envuelve su asqueroso cuerpo en una bata y se va, tan rápido como vino, se fue.

—Cielito, espero tu justificación—digo burlona a él.

Él abre la boca para decir algo pero la cierra.

—Adivino, no tienes nada que decir. Eres igual a todos—pronuncio mis palabras con asco.

—Verás… yo… ella… nosotros, no es lo que parece—sale de la ducha y envuelve una toalla a su cintura.

—Oh perdón, te dejo para que te cambies, y por favor desinfecta estas porquerías—digo refiriéndome a la maldita lencería de Ashley.

Salgo rápidamente del baño, intentando una vez más no llorar.

«No le des el gusto. Sé fuerte»

.

No jodas Lucy.

Agarro rápidamente mi maleta y meto todas mis pertenencias en ella, veo que las sabanas de la cama están revueltas e inmediatamente me dan ganas de vomitar.

Veo a un Justin a medio vestir salir del baño. Se queda mudo, seguramente no encuentra palabras.

— ¿A dónde vas? —pregunta luego de unos minutos.

—A otra habitación, Sería muy cínico de tu parte hacer que me quede en esta habitación. Te veré pasado mañana. Nuestro vuelo sale a las nueve en punto de la mañana. Sé puntual.

—Espera… ____ lo sien-.

—Veo que aunque sea usaste condón—interrumpo mirando un condón gastado en el suelo—y ni te molestes en pedir disculpas.

—Es enserio ___, sé que estas dolida pero no actúes con indiferencia…-.

—Oh cállate, y espero que vayas preparando la suma de dinero que acordamos, digo si no quieres que el mundo se entere de tu infidelidad.

No le doy tiempo de responder porque me encuentro abriendo la puerta y saliendo a paso firme. Él no va por mí. Al contrario, escucho como la puerta se cierra.

 Genial, no me buscará, mi orgullo no puede estar más pisoteado.

Suspiro y sigo avanzando.

(*)

—Dame otra cerveza,  Mark—digo al barman.

—Señorita, usted ya ha bebido demasiado. Es hora de irse a su habitación.

Decidí hospedarme en el hotel más lejano al otro, no quería cruzarme con Justin para nada. Tendría todo el día de mañana para descansar ya que las grabaciones acabaron.

Este hotel era genial, y Mark era un amor, aunque se notaba que era gay. Maldito, esta tan bueno.

Lástima que no voy a poder disfrutar de nada.

No me siento usada; no salimos por amor.

No me siento herida; él no me ama para yo querer cortarme las venas por lo que hizo.

Más bien creo que afecto a mi orgullo, lo afecto por qué me engaño dos veces. Aún no olvido  la vez que se anduvo besuqueando con otra.

Teniéndome a mí se acostó con otra. Sabía perfectamente que Ashley lo hizo por venganza debido a lo que sucedió hace años.

Pero no me voy a quedar de brazos cruzados, algo se me va a ocurrir.

Dejo mis pensamientos a un lado para mirar a Mark, sus ojos verdes me miran con pena. Le conté lo que ha pasado, si estuviera en mis cinco sentidos probablemente no lo hubiera hecho pero estoy muy borracha así que me vale mierda si mañana se lo cuenta a una revista de chismes. Igual dudo que lo haga, parece buen chico, parece.

—Estoy bien Mark, déjame con mis penas y dame otra cerveza—digo arrastrando las palabras.

—Insisto en que debe ir a dormir, ya es muy tarde, además tengo que salir un momento de la barra para poder ir a buscar más hielo, con su permiso señorita—dice amablemente y sale a buscar los putos hielos.

Genial, ahora estoy sola en la barra, todas las parejas están bailando, según me enteré es una fiesta para los enamorados. Parece que el mundo me odia.

Agarro mi bolso, estoy a punto de retirarme a mi habitación cuando siento como una mano toca mi hombro.

Volteo, no me esperaba verla por aquí. Selena solo sonríe y se sienta a mi lado.

El contrato °J.BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora