Capítulo 26; Las pulseras.

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Capítulo 26.

Al día siguiente fuimos  a pasear por las calles de Paris, era magnífico, vine varias veces para grabar otras películas y nunca me cansare de admirar la maravillosa cultura que tiene.

—     ¿Quieres ir a desayunar?, yo invito—dijo Justin sonriendo feliz—.

No me di cuenta que nunca puse mi plan con Justin en práctica, bien, hoy empezaría, tenía que ser amable y enamorarlo.

—     Claro, me encantaría—le sonreí dulcemente—.

Él ladeo la cabeza y me miro confundido,  seguro se estará preguntando qué me pasa y porque actúo así.

Tome mi bolso, él me abrió la puerta de la habitación del hotel y salimos al lobby.

Apenas bajamos por el ascensor se podían sentir gritos de fanáticas que gritaban a coro

« ¡Justin! »

Ay no.

Digamos que las fans de Justin no me soportan, más bien me odian, lo sé perfectamente porque me lo han hecho saber mediante twitter.

Justin y yo nos miramos, sabíamos que salir iba a ser un problema.

—     Escucha, rente todo un restaurante para nosotros, digo para que nadie nos moleste, el problema va  a ser salir de aquí—dijo Justin poniéndose sus lentes Ray- Ban —.

¿Él había rentado todo un restaurante para nosotros?

« ¿Acaso estas sorda? »

Lucy, callada.

También me puse mis lentes.

Justin me tomo de la mano, segundos después sus guardaespaldas vinieron para guiarnos hacia la salida.

Respire hondo, empezamos a caminar hacia la salida, los paparazis nos tomaron muchas fotos y empezaron a hacer las típicas preguntas.

“Justin, ¿estás celoso de las escenas intimas que ____ tiene ___ con Josh en la película  I fall for you?”

“____, Justin pronto sacara su nuevo video, en el estará besando a una modelo muy guapa, ¿Cómo te pone eso?”

Sé perfectamente porque hacen ese tipo de preguntas, quieren que les demos algo que publicar, quieren un buen titular, que nosotros explotemos y ellos obtengan una nota. Sonreí cínica, seguro pensaron que estábamos peleados por nuestras caras malas. Pare de caminar, agarre a Justin de los hombros y lo besé, frente a todo el mundo, frente a los paparazis, pero se me olvidó que también estaban sus fans ahí. Nos separamos lentamente, él estaba sorprendido, me guiño un ojo y seguimos caminando.

Sus fans estaban rojas de la rabia, me miraban con odio.

«Perra maldita, no te lo mereces»

«Aléjate de él»

«Él es nuestro»

«Maldita»

«Ojala que te mueras»

Trague saliva con fuerza, a veces podían llegar a ser muy agresivas, nunca supe porque, tienen que aceptar que Justin es joven y libre, tiene derecho a salir con quien quiera.

Su guardaespaldas afroamericano me abrió la puerta del copiloto, Justin se subió en el de piloto y sus escoltas se fueron en otra camioneta.

(*)

El contrato °J.BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora