la academia distrital melancholy a primera vista puede aparentar ser como un colegio común y corriente, pero al cruzar la puerta se conocen muchas historias, la de cada alumno, la de sus amigos, la de los profesores y hasta la de sus familias. serim...
todos los estudiantes rodeaban el patio, observando como el cuerpo de serim era sacado en una ambulancia aparentemente vivo, aún. seongmin apretaba la mano de taeyoung mientras los dos parecían sin creerse aún lo ocurrido, wonjin abrazaba a hyeongjun quien lloraba y matthew estaba en estado de shock junto a taerae.
—¡yo, yo iré con él!
allen apareció corriendo, siendo detenido por zhanghao.
—¡no puedes irte y dejar todo esto así! debemos averiguar quién fue.
—¡pero tampoco puedo dejarlo ir solo! —allen se veía angustiado, cada segundo que pasaba era un infierno para él—¡tengo que ir!
allen rápidamente se soltó de zhanghao y se subió a la parte trasera de la ambulancia, acercándose a serim para acariciar su rostro y besar levemente sus labios con apenas un roce.
—vas a estar bien... estarás bien —repitió, temblando.
alex observó como cerraban las puertas de la ambulancia y se iban directo a la clínica, soltó un quejido y maldijo internamente.
¿ahora quién lo ayudaría? no podía confiar en nadie, todos eran posibles enemigos o sospechosos. se giró para ver a junho, su expresión era sombría y estaba manchada de un poco de culpa. alex no preguntó, no le dijo nada y solo le dio un gran abrazó mientras el chico comenzaba a llorar en sus brazos.
woobin tenía el ceño fruncido, claramente enojado por la interacción de allen con serim y su profundo interés por él; zhanghao solo lo analizó, pensando que quizás tenía algo que ver en ese ataque tan repentino.
—¡todos a los salones, ahora! las clases siguen con normalidad —dijo zhanghao, comenzando a organizar el caos formado por la situación.
zhanghao y alex sabían una cosa: no podían confiar ni en su propia sombra.
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hyeop se sentó al lado de yunseong y le entregó un vaso con frutas, el chico lo miró con una expresión confundida y habló:
—¿y esto?
—nada... para que comas algo —dijo hyeop—. desde que pasó lo del viejo serim estás re raro... ¿si te afectó tanto?
yunseong vio a hyeop y se le quedó mirando, analizando cada uno de sus gestos.
—serim no merecía eso.
—pues algo habrá hecho que se lo buscó.
—fuiste tú, ¿no? —soltó sin piedad, hyeop se sorprendió—. tú eres el único que haría algo así.
—¡ah, no juegues! —se quejó hyeop de inmediato—¡ahora todo lo que pasé en este colegio es culpa mía! no me jodas, yunseong. ¿sabes qué? que te consuele tu mamita, que eso me ganó por intentar ser buena gente contigo.
hyeop se levantó, yendo a sentarse junto a keita con una clara amargura en su rostro. yunseong tomó aire, comió un poco de la fruta y se dio cuenta que quizás había juzgado mal a hyeop.