—Por qué no mejor regresa a su casa, mañana en la mañana le digo a Jennie que vino a buscarla y que ella le llame— me paré a un lado de la puerta esperando a que saliera.
—Sé que hablo muy claramente y puedes procesar lo que te estoy diciendo— articuló como si fuera una completa estúpida a la que le hablaba— Respira, tranquilízate, respira— Y no te conviene hacerme enojar, ella es menor de edad, fácilmente irías a prisión— carcajee ante su estúpida amenaza.
—Mire— conté internamente hasta diez, ya que no dejaba de ser la madre de Jennie— Yo no tengo aquí a nadie a la fuerza. Ella el día que quiera puede tomar sus maletas e irse con usted, pero dudo que eso suceda— dije burlonamente y su rostro se pintó de rojo.
—¡Escucha muy bien lo que te voy a decir!— dijo ya más que enojada señalándome con su dedo índice.
—Ten mucho cuidado con lo que vas a decir— la voz de Jennie venía desde las escaleras.
—Jennie Kim, que bueno que estás aquí, trae tus maletas y vámonos.
—¿Quién te dijo que estaba aquí?— dijo con una enorme frialdad. Era sorprendente lo duro que podía hablarle. Yo ni en sueños había sido capaz de hablarle así a mi madre.
—Eso no importa
—¿Quién te dijo que estaba aquí?— repitió bajando las escaleras.
—Rosé...pero ya hablaremos en la casa— mi cuerpo se tensó, ahora sí me tocaría ajustar cuentas con la imbécil de Rosé.
—No gracias, mira ya es tarde y hay niños dormidos que te parece si te visito un día de estos, claro si tienes tiempo— prácticamente la corrió.
—Revisa tu agenda tal vez tengas algún espacio en algunos...¿Dos meses?
—¡Jennie!— dijo en un tono impresión.
—Vete, por favor. Deja de fingir que te intereso.
—¡Claro que me interesas! Lo estoy haciendo por ti, esto es...¡es un error! tú no puedes salir y mucho menos vivir con ¡ella!— me señaló una vez más.
—Si puedo. Es mi novia y la amo— esto sí que subía mi orgullo.
—Pero ella jamás...
—¡Basta!— no la dejó terminar. La verdad quería que la dejara hablar quería saber lo que tanto detestaba de mí. Además de que tenía que mantener a mis hermanos, mi ausencia de padres, mi forma de vestir, mi vehículo y...está bien prácticamente me odio por completo.
—Piénsalo— acomodó su saco— ¿Qué te puede ofrecer esta?— eso si me ofendió. Yo podía ofrecerle mucho más que cualquiera.
—Cariño, aprecio...Un verdadero hogar— está vez yo hablé— Tal vez yo no pueda asegurarle que aquí estará mejor que en cualquier lugar.
—De amor no se vive, niña, tenlo bien presente— dijo con repulsión— Prepara tus maletas, no te quedarás mucho aquí— salió de la casa y la puerta se cerró tras de ella.
—Perdóname, discúlpame, lo siento...—su voz era amortiguada ya que se hundió en mi cuello abrazándome.
—¿Por qué te disculpas?— reí.
—Mi madre...
—Hey....tranquila, nadie elige a su familia— soltó una pequeña risa.
—Estúpida Rosé— murmuró y concordé con ella.
—Ya me arreglaré con ella mañana— afiné mi mirada y Jennie ahogó un grito.
—¡No! Déjame a mí, yo me encargaré de la bocona esa.
—Ya veremos mañana, quién primero que la vea se arregla con ella— tomé su mano y la entrelacé para después guiarla a las escaleras. Ella subía un escalón atrás de mí cuando pregunto.
—¿Un verdadero hogar?
—Para mí somos una familia, algo extraña— me golpeó jugando— Solo bromeaba— me retracté y me detuve para que me alcanzara y pase un brazo por sus hombros.
—Muchos hijos...—dijo y vaya que me sorprendí— Yo quiero tener muchos hijos— hablaba pensativa, seguramente imaginaba.
—¿A cuántos te refieres por muchos?— no me aterraba la idea de ser madre junto a ella, ya que prácticamente desempeña ese papel con Haru y Bobby. Lo que me aterraba era que Jennie quisiera formar todo un ejército. ¡Y seguramente de niñas! No puedo ni imaginarme la cantidad de vestidos que tendría que comprar, habitaciones de rosa por pintar y novios a los cuales espantar.
—Tres...tal vez cuatro o hasta cinco—sonrió— Quiero la casa siempre llena y que cuando seamos viejitas— no había más que ilusión en su rostro—Las cenas y reuniones sean grandes festejos, con nietos y hasta bisnietos— ella simplemente quería una familia.
—¿Te imaginas a nosotros de viejas?— carcajeé.
—Peleando cada cinco minutos— ambas reímos.
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JENNIE POV
—¿Eres estúpida o te haces?
—¡Jisoo, en qué quedamos!— reproché.
—Yo la vi primero, yo me encargo de ella— se sacó la chaqueta y la lanzó en el césped, me puse en medio ya que casi se le lanza encima a Rosé.
—¡Yo la vi primero!— era verdad— Hasta te dije "ahí está Rosé", yo me encargo.
—¡No!— gritamos Jisoo y yo al unísono haciéndola sobresaltarse un poco.
Ambas reímos como viles brabucones. Al menos Jisoo ya lo era.
—Llegaré tarde a álgebra— reclamó y obviamente no estaba en posición de hacerlo.
—No, Jennie y yo llegaremos tarde a álgebra...¡Tú no! Con suerte y en una semana podrás volver a clases o al menos ponerte en pie.
—¡Basta Jisoo!
—¡Quiero que lo intentes idiota!
—¡Rosé, cállate!
—¿Que lo intente? ¡Já! mejor cállate si no quieres que te desfigure.
—¿Saben qué? Así no se puede— me dejé caer en el césped, crucé las piernas como indio y también crucé mis brazos— Cuando terminen de decirse cosas me avisan.
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ME, MYSELF AND I Jensoo I •Adaptación•
FanficLa rutinaria vida de Jennie Kim se ve alterada cuando su "perfecta" novia decide terminar con ella. Jennie decide trazar un plan para recuperarla: seducir a Kim Jisoo, la enemiga de su ex-novia, para causarle celos y que ésta vuelva con ella. ¿Jenni...