Capitulo 7

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11 semanas para el cumpleaños de Dest

La escuela reanudó al día siguiente, cuando la energía por fin volvió a funcionar. Lo había estado temiendo como ninguna otra cosa. Fue agradable tener a Dest viviendo bajo el mismo techo durante un tiempo.

Misteriosamente, después de que volvió a su casa, encontré que otra página había sido arrancada de nuestro cuaderno. ¿Qué había escrito que no quería que vea? Unos pocos días de empezar las clases de nuevo, me senté en Cálculo para el primer período y saqué mi libro y un cuaderno. No me había dado cuenta de que nadie se había sentado a mi lado hasta que de repente una mano rozó mi brazo.

-¿Cómo te va, Aris? -Una voz prácticamente goteando insinuaciones sexuales, dijo. Miré para ver a Zora sentada en la mesa de al lado. No pude evitar que mis ojos saltaran a sus largas piernas kilométricas que sobresalían debajo de una falda que no era más que un trozo de tela. La blusa que llevaba bajo la chaqueta caía lo suficientemente bajo en su pecho como para que pudiera ver la mitad de su sostén de encaje color rosa.

Trago duro, mis ojos rápidamente saltan lejos de ella. Esperaba que mi cara no se pusiera roja. Así que parecía que los rumores de que ella y Jared, otro novio de los tantos, habían roto eran ciertos.

Bien, me las arreglé para garabatear. ¿Y tú? -Oh -dijo ella con un suspiro dramático, sacudiendo su pelo sobre su hombro-. Bien. Solitaria. Di un pequeño asentimiento intentando lo mejor posible de no mirarla sin ser grosero.

-Entonces, ¿Cómo está... Destinity...? -dijo. Por la forma en que pronunció su nombre se podría pensar que era una cáscara de huevo podrido en el fondo de un cubo de basura. Al instante sentí endurecerse mi interior.

Genial, escribí. Se ha estado quedando en casa, mientras no había energía. Ya está. Eso debe poner freno a lo ardiente de Zora. -Es una lástima -dijo, su voz volviéndose aburrida mientras sacaba un cuaderno -. No puedo imaginar que sea divertida. Todo lo que hace es estudiar. Mi mandíbula se apretó y lo mismo hicieron mis puños. Agradecí a la señora Abernathy que aparecía entonces y comenzó la clase.

No pude contenerme cuando la lección inició. Zora siguió dándome todas esas miradas seductoras de lado. Luego se dió la vuelta hacia mi, cruzando sus piernas desnudas, prácticamente tocando mi pierna con la punta de sus zapatos taco alto.

Si hubiera hecho esto el año pasado, podría haberme excitado algo. A pesar de que había estado enamorado de Dest desde siempre, cualquier hombre se emocionaba cuando llamaba la atención de Zora incluso aunque le dijeran Zora la Zorra.

Prácticamente corrí hacia a cuando sonó el timbre, y no miré hacia atrás. Había visto los ojos de esa chica acechándome de vez en cuando las últimas semanas. Era sorprendente que todo lo de mi accidente y cicatrices no le afectaran. ¿Era eso admirable? Pero sabía que esto era un juego para ella. Estaba tratando de poner celoso a Jared, y ¿Qué mejor manera de darle celos que coquetear con el lisiado de la ciudad?

Suspiré de alivio cuando llegué a física y vi al amor de mi vida sentado en su escritorio habitual. Me dirigí directamente hacia ella y le dí un beso en los labios, justo en frente de la clase.

-Bueno, hola -dijo ella con una sonrisa mientras me hundía en el asiento a su lado-. Estás de muy buen humor hoy. Rodé los ojos mientras sacaba nuestro cuaderno y hacía clic al bolígrafo para abrirlo.

Zora, simplemente escribí, mostrándolo en su dirección. -Oh-dijo Dest, con los ojos cayendo ligeramente-. Zora.

¿Estas bien? Escribí, tocando su brazo para llamar la atención de nuevo. Me dio una mirada un poco triste, justo mientras el Sr. Jhonson comenzaba la clase. Alcanzando nuestro cuaderno, se puso a escribir.

No me gustaba el aspecto que de repente llenó la perfecta cara de Dest. Sabía que ella y Zora nunca habían sido amigas, pero ¿Había algo más pasando entre ellas?

Cuando el profesor estaba de espaldas a la clase, Dest deslizó su cuaderno de nuevo en mi escritorio. Poniéndolo junto a mis notas, leí la caligrafía...

Zora nunca ha sido exactamente amable conmigo, pero ha sido una bruja total últimamente. Siempre haciendo comentarios sobre mi ropa desgastada y cómo me veo. Ha estado difundiendo rumores de que tengo un desorden alimenticio.

Sin embargo es una vagabunda. Sólo trato de ignorarla. Se aburrirá con el tiempo. Aunque si sigue mirándote como si fueras una maldita paleta, puedo terminar arañando sus ojos...

Me reí al leer las palabras que había escrito. Al instante me sentí mejor. No te preocupes, le escribí de regreso. Zora la Zorra no tiene nada de ti. Dest sólo miró el cuaderno para leer mi respuesta. Una Pequeña sonrisa se abrió camino en su rostro. Mientras que el profesor escribía en la pizarra, tomó mi mano y le dio un rápido apretón.

Mute: To be continuedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora