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—Por fin vuelves, puedo saber que hacías que te tomó tanto tiempo estar fuera de casa— pregunto su madre apenas de ver llegar a su hijo pequeño. Pero notando un olor que no le pertenecía a su hijo.

—Estaba con Wakatoshi— su madre frunció el ceño sabiendo que era mentira.

—¿Le mientes a tu propia madre?— Kiyoomi puso los ojos en blanco y de inmediato recibió un golpe en la cabeza. —Dime la verdad ¿Con quien estuviste?— Kiyoomi gruño sin querer contarle a su madre pero recibiendo otro sape en la cabeza.

—¡Bien! Estuve con Atsumu Miya ¿Feliz? Ahora deja de golpearme— el menor de los Sakusa se dirigio a su habitación pero era seguido por su madre.

—¿Estuviste todo un día con él?— el menor asintió con la cabeza —Ay dios.. mi pequeño hijo también me hará abuela, como crecen tan rápidos— Kiyoomi se dio la vuelta para mirar a su madre, sus mejillas levemente sonrojadas.

—No es lo que tu piensas madre, no pasó nada— la más baja alzó una ceja sin creerle a su hijo.

—Osea que.. ¿Sigues siendo virgen?— pregunto descaradamente su madre, haciendo reír a su hija quien acaba de salir de su habitación que quedaba justo a lado del de Kiyoomi.

—Mamá— se quejo el más alto. Ya sabía como era su madre, incluso ya estaba acostumbrado a lo directa que era, después de todo él sacó esa parte de ella.

—¿Qué? Me parece raro que hayas estado todo un día con un omega y no hayan hecho nada— Aoi se acerco al escuchar eso, uniéndose a la conversación.

—¿Estuviste con alguien? ¿Seré tía?— y como también su hermana también sacó cierta parte de su madre.

—Que no paso nada, ahora dejen de hacer más preguntas que como yo no me meto en sus vidas sexuales no se metan en mi vida sexual, suficiente tengo que soportar escuchar sus gemidos en las noches— ambas mujeres se sonrojaron y le dieron un golpe en la cabeza del alfa, quien soltó un quejido.

Pero no era su culpa estar a lado de la habitación de su hermana y que a unas dos habitación después de el de ella estuviera la habitación de sus padres.

—Por fin llegas— dijo al ver a Atsumu entrar a la casa, en sus brazos Katsuki dormido

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—Por fin llegas— dijo al ver a Atsumu entrar a la casa, en sus brazos Katsuki dormido. Y algo que el menor de los Miya no pudo pasar por desapercibido era el olor a lavanda que tenían ambos. —¿Con quien estuviste?— interrogó a su hermano quien camino a su habitación para dejar al pequeño cachorro en su cama. Siendo seguido por el peligris.

—No estuve con nadie— dijo tratando de sonar seguro de lo que decía aunque siempre su hermano decía que era malo mintiendo.

—Tsumu ya suficiente con uno ¿No?— dijo su hermano cruzándose de brazos mirandolo de forma juzgadora.

—¡No sucedió nada!— Katsuki empezó a llorar ya que Atsumu lo despertó —Ves lo que hiciste que hiciera— se quejo el rubio acunando al cachorro en sus brazos intentando volverlo a dormir.

—Osea que si estuviste con un alfa— las mejillas del mayor se tiñeron y un pequeño puchero apareció por ser atrapado fácilmente.

—Estuve con Omi.. no pasó nada. Me ayudo a cuidar a Katsuki— explicó a su hermano quien se sento a su lado en la orilla de la cama.

—¿Omi?—

Atsumu asintió y le contó quien era y como fue su día con él saltándose obviamente el momento avergonzoso que pasaron en el baño.

Osamu escuchaba atentamente la narración de su hermano, pero viendo como sus ojos brillaban cada vez que mencionaba el apodo del alfa. Por ende no dijo nada, sabiendo que posiblemente su hermano se estaba enamorando, aunque sentía pena de Shinsuke ya que era obvio que el mayor sentía algo por su hermano y sin mencionar a Hinata Shoyo, su hermano había dejado de ir a verlo y ya ni hablaba de él. Pero nunca le dijo que habían terminado, por lo que tal vez se terminó olvidando del más pequeño luego de encontrar a Katsuki y pasar ahora, tiempo con Kiyoomi.

!Todo o Nada!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora