LA MELODÍA DEL MAL

Capitulo 6

Mientras Tomura mantenía su mano en el cuello de Izuku, este, a pesar de la situación peligrosa, no pudo evitar hacer una pregunta que le había estado rondando la mente desde aquel fatídico encuentro en el callejón.

—Oye, Shigaraki… ¿cómo estás? ¿Te recuperaste de las heridas de la semana pasada?— dijo Izuku, titubeando un poco, pero con una genuina preocupación en su voz. Aunque sabía que estaba frente a uno de los villanos más peligrosos, el recuerdo de aquella noche en el callejón lo hacía sentir incómodo al no saber si Tomura estaba bien.
Tomura, que hasta ese momento había mantenido su postura desafiante y fría, se detuvo por un momento, sorprendido por la pregunta. Su agarre en el cuello de Izuku se aflojó un poco, pero no tanto como para permitirle escapar. Aún mantenía uno de sus dedos apuntando peligrosamente al cuello del joven héroe.

—¿Preocupado por mí, Midoriya? Qué gracioso...— dijo Tomura, su tono de voz ligeramente desconcertado. Luego, sus recuerdos se dirigieron al callejón, cuando vio al mocoso de Izuku allí, justo antes de que fuera succionado por el portal de Kurogiri.
—Cierto, tú estabas ahí también… le dije a Kurogiri que te tratara como un 'invitado'… pero el idiota no me escuchó y no hizo nada.—
Tomura se quejó, como si fuera un niño molesto, rascándose el cuello con su mano libre. El gesto no hizo más que humanizarlo un poco, aunque su actitud seguía siendo amenazante.

—En fin, ¿qué hacías tú por ahí tan tarde? ¿Un mocoso héroe como tú, merodeando por un callejón a esas horas?— Tomura lo miró con desdén, pero también con una pizca de curiosidad.
Izuku, aunque sorprendido por la pregunta, rápidamente se sintió avergonzado y comenzó a tartamudear.

—Eso… no… no importa.—dijo, desviando la mirada, sintiendo que estaba siendo arrinconado tanto física como emocionalmente.
Tomura, al notar la incomodidad de Izuku, no pudo evitar esbozar una sonrisa torcida, aunque sus ojos brillaban con una mezcla de frustración y diversión.

—¿No importa, eh? Qué curioso. Creo que eres un tipo interesante, Midoriya. Muy diferente a los demás héroes que conozco. Pero, ya sabes, siempre me ha gustado poner a prueba a los 'héroes'.—dijo mientras apretaba un poco más su agarre, sin perder de vista los movimientos de Izuku.
La tensión entre ellos era palpable, pero en ese momento, el sonido de pasos rápidos y la aparición de varios héroes en el centro comercial interrumpieron el enfrentamiento. Tomura, al ver que la situación comenzaba a complicarse más de lo que deseaba, soltó de repente a Izuku, empujándolo levemente hacia atrás.

—Esto no ha terminado, Midoriya. Nos veremos de nuevo.— dijo con una sonrisa amenazante, antes de dar un paso atrás y desaparecer con la ayuda de Kurogiri.
Izuku, respirando con dificultad, se quedó mirando al vacío, completamente desconcertado. No sabía si Tomura lo había dejado ir por alguna razón específica, o si simplemente estaba jugando con él. Pero una cosa era cierta: esa no sería la última vez que se encontrarían.

—(^–^)—

Izuku se quedó allí, inmóvil por un momento, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Aunque el peligro había pasado y Tomura ya no estaba allí, algo dentro de él seguía resonando. A pesar de haber sido un enfrentamiento tenso, una parte de Izuku no podía deshacerse de la sensación extraña que había quedado después del contacto con Tomura.

Sus dedos, esos suaves y fríos dedos que habían estado presionando su cuello... por alguna razón, Izuku no pudo evitar sentirse… incómodamente atraído por esa sensación. No era algo que quisiera admitir ni algo que pudiera explicar, pero la suavidad con la que Tomura lo había tocado, como si no fuera más que un objeto entre sus manos, había dejado una marca en él.

A medida que avanzaba por el centro comercial, la sensación de esos dedos en su piel no desaparecía. Era como si su cuello aún retuviera el rastro de su toque. Izuku se sentía confundido y avergonzado, tratando de deshacerse de esa extraña sensación. ¿Por qué le gustaba? ¿Por qué ese toque lo había dejado tan… perturbado?